Recibe a Libertad Digital el director del IES San Mateo de Madrid, Horacio Silvestre, doctor en Filosofía y Letras (Filología Clásica). Es la excepción que confirma la regla, un docente que, como pocos colegas suyos, se niega a tragar con el adoctrinamiento educativo que entrará en vigor el próximo curso.
-"En dibujo de bachillerato, lo curioso, es que aprender el trazado de polígonos -lee-: tiene que ser el vehículo para adaptarse a las circunstancias adversas y perseverar en propósito relacionados con el bien común".
-¿Y qué tiene que ver el bien común...?, pregunto.
-¿Con los triángulos? Sinceramente, o sea, nada.
-¿Realmente sí está todo salpicado de ideología?
Sí, sí. Es una porquería. La Lomloe hay que destruirla, no sirve para nada.
"Es una cosa pintoresca", nos cuenta. "En el plan de estudios que proponen en cultura clásica, en todos los temas, tiene que haber como la transmisión de una doctrina". Si estudias la vida en Roma, la vida cotidiana, "tienes que visibilizar la red oculta de cuidados". ¿Cuidados?, pregunto. "Sí, es otra de las palabras clave en toda esta ideología. Como las mujeres, o lo femenino, cuidan a los niños y demás hay que transmitir que todos los incorporen en su manera de ver las cosas, en su ideología". Lo curioso es que en el libro que estamos viendo, una muestra que ha enviado la editorial para que los profesores hagan una cata, pone "cuidades". Dice Horacio, "claro, el que lo está escribiendo no lo entiende, porque toda esta ideología requiere una interpretación. Todas esas palabras son como un bote lleno de una buena conserva, un potito considerable, pero muchas veces sin digerir". Y se queja "tú no puedes estar en contra de los cuidados, pero tampoco puedes hacer de tu labor académica que todo vaya centrado en visibilizar los cuidados".
¿Qué pensaría Platón de los cuidados? Pues cualquier cosa, sabemos cómo eran estos antiguos… "En todos estos libros lo que se aprecia es uno de esos vicios de la sociedad contemporánea, que es la arrogancia. Nosotros, desde nuestro siglo XXI, juzgamos a la gente del siglo primero antes de Cristo", a los filósofos "unos machistas, unos esclavistas una gente que no atendía a los cuidados y que, por lo tanto, veía mal la realidad porque ésta se basa en los cuidados, la inclusión y en la diversidad", ironiza.
Estos señores tampoco eran sostenibles, comento. La adolescente sueca, gurú del calentamiento global, aparece como un icono en estos nuevos libros, "no ha habido nadie en el mundo hasta que llegó Greta Zombie o Greta Thunberg, una chica sin escolarizar y explotada por sus padres".
Los conceptos racionales, la realidad, se pone al servicio de la emoción y la subjetividad, de "una fantasmagoría", apuntala el docente. "La ciencia que se había ido formando poco a poco hasta nuestros días se sustituye por unas creencias, normalmente estúpidas, con las que no puedes estar en desacuerdo". Para muchos de los que vean esta entrevista Horacio será poco menos que un hereje.
¿Pero la resistencia es posible?, pregunto. ¿Tenéis libertad para no elegir estos libros? "Hay un problema" contesta "que la ley es de obligado cumplimiento y se tiene que reflejar en las programaciones didácticas. Pero el profesorado puede dar su clase con apuntes... ". Estamos hablando de escapar. "Evidentemente, esa es otra cosa que no entienden todos estos alcohólicos del poder, que tú puedes imponer una manera de hablar, tú puedes obligar a escribir de una determinada manera pero si eso no tiene un reflejo en la realidad, se va a quedar en papel mojado. Bueno, lo pones ahí (en las programaciones) y el inspector se queda tranquilo. Lo que haces es modestamente esquivar todas estos escollos contra el saber y la decencia", se justifica.
Lo que sí puede pasar, dice Horacio, es que "esto puede convertirse en una imposición de reciclaje en cursillos ad hoc de inclusión hechos por determinadas autoridades educativas. Lo pueden imponer. Y tienes que ir porque si no te van a sancionar". El trabajo del ‘aparato’ ya ha empezado. "El otro día vino una de un sindicato diciendo que ellos daban charlas para explicarnos todo esto. Y dije, pues mira, aquí no, aquí no nos hace falta, lo siento".
Una conjura de necios. Todos los implicados saben que se transmiten contenidos dopados, podríamos decir. "Si, efectivamente. Alguien propone algo que sabe que no es verdad para que lo aprenda otro que sabe que no es verdad... o que se enterará. A los niños pequeños se les puede liar la cabeza porque no tienen experiencia, pero terminarán dándose cuenta. Y todos hacen como que... ". Como que es verdad que la mujeres no disfrutan de los mismos derechos que los hombres, sólo un empleo. "Es cínico absolutamente, porque, si se lo creen de verdad es para meterlos, no sé, en un sanatorio. A mí no me cabe en la cabeza que se pueden escribir las majaderías que he visto escritas en la en la ley, no me cabe en la cabeza".
Pocas manifestaciones de docentes contra la Lomloe, tampoco en las calles. Horacio reflexiona sobre ello: "No sé si para bien o para mal, por desgracia, pero la profesión nuestra, en un porcentaje altísimo, está compuesta de izquierdistas que tendrían que reflexionar si su inclinación política, que es muy respetable, está basada en datos concretos, en principios científicos, o simplemente en una creencia y en un odio a todo lo que se ha hecho hasta ahora. Simplemente porque lo hizo Franco, que es el comodín. Pues mira, no sé, Franco se murió hace 40 años, yo tenía 16 años, y creo que si había algo mal ha habido tiempo para cambiarlo". Concluye: "Esta gente de izquierdas no es capaz de evolucionar".
El director del San Mateo va más allá: "Yo sostengo que desde que vino la Transición se ha convertido en el cortijo de la izquierda. No dejan que nadie entre, que nadie pueda opinar lo contrario. A mí me hace mucha gracia cuando hablan de un gran pacto de la educación. El pacto educativo es hacer lo que quiere el PSOE o las corrientes izquierdistas. No debería tirarse la toalla, en aras del bien común".
Le preguntamos sobre la ideología queer, la confusión del sexo con la llamada identidad de género. "Lo que antes se llamaba perversión de menores es lo que se está haciendo en todo ese asunto. Con todas las complicaciones que tiene el desarrollo hormonal y el paso de la infancia a la edad adulta, o sea, ese periodo tan difícilmente discernible que es la adolescencia". Es consciente de que lo que acaba de decir será objeto de crítica y no sabemos si de algo más por mucho que aclare algo obvio, que "lo que cada uno quiere hacer con su vida es otro asunto".



