
El hecho de que la lengua española cuente con una riqueza léxica es indiscutible en cuanto a palabras, términos, expresiones o dichos populares, que se han ido utilizando y modificando con el paso de los años. La Real Academia Española (RAE) recoge algunos de los dichos más populares en el Diccionario de modismos.
"Estar en Babia", "verse el plumero", "ponerse las botas"… son algunas de las frases populares y refranes más extendidos en el lenguaje cotidiano. Sin embargo, a pesar de su popularidad, muchos desconocen el origen de estos términos.
Armarse la Marimorena
El origen de la expresión se remonta al siglo XVI, al Madrid de los Austrias, ya que en esa época había una taberna en la capital madrileña cuyos dueños eran el matrimonio Alonso de Hayas y María Morena, conocida como Mari Morena o Mari La Morena. Se negaron a servir su mejor vino a un grupo de soldados, por lo que se armó una pelea en la que Mari Morena fue la que más peleó, y que acabó en un proceso judicial, de ahí el término actual, que significa "situación confusa y ruidosa, provocada por personas que riñen", según la RAE.
Estar en Babia
Se traduce como "aquellas personas que se encuentran absortas en sus pensamientos y distraídas". Esto tiene su origen en la realeza, que iba a descansar al municipio leonés de Babia, donde practicaban la caza, la pesca, etc. Por lo que sus sirvientes decían, como excusa, que los reyes estaban ausentes porque se encontraban en Babia.
@nataliabravog #RAEconsultas La expresión «estar en Babia» significa 'estar distraído y como ajeno a aquello de que se trata'.
— RAE (@RAEinforma) February 26, 2014
A buenas horas, mangas verdes
Durante los siglos XV y XIX, en España existía un cuerpo policial que vestía con chalecos de cuero que dejaban al descubierto una camisa de color verde —de ahí el apodo "mangas verdes"—. Además, la forma de actuar de esta policía no era muy efectiva en ocasiones, ya que llegaban tarde al lugar de los hechos y el problema ya estaba resuelto. De ahí que se aplicara el término: "a buenas horas, mangas verdes".
No dar un palo al agua
Antiguamente, los marineros utilizaban esta expresión para referirse a aquellos que no remaban con el resto de la embarcación para avanzar la barca. Por lo que actualmente la expresión conserva la esencia de la vagancia y se sigue aplicando a todo aquel que no trabaja y es vago.
Ponerse las botas
La frase proviene del nacimiento de las botas como calzado, ya que estas eran exclusivas de las clases más altas para resguardarse del frío y la suciedad de las calles. De ahí su origen, que alude a alguien que se aprovecha de disfrutar, sobre todo, en términos gastronómicos.

