Menú

Por qué el papa Francisco no visitó España

Juan Pablo II, que ocupó el cargo durante 26 años y medio, recorrió 1,2 millones de kilómetros y viajó a 129 países. En España estuvo cinco veces. Benedicto XVI vino tres veces.

Juan Pablo II, que ocupó el cargo durante 26 años y medio, recorrió 1,2 millones de kilómetros y viajó a 129 países. En España estuvo cinco veces. Benedicto XVI vino tres veces.
Los 10 viajes más emblemáticos de un Papa que no quiso pisar España

Incluso en el siglo XIX, el del telégrafo, la fotografía y el vapor, docenas de millones de católicos vivían sin conocer el rostro del papa y en ocasiones hasta el nombre, fuese por la lejanía o las persecuciones. Sin embargo, desde los años 60 del siglo pasado, los papas se subieron a los aviones y han viajado por todo el mundo.

El primer papa en salir de Italia desde Pío VI y Pío VII, que lo hicieron a Francia como prisioneros de Napoleón Bonaparte, fue Pablo VI (1963-1978), quien visitó 21 países. Juan Pablo I sólo reinó 33 días. Juan Pablo II, que ocupó el cargo durante 26 años y medio, recorrió 1,2 millones de kilómetros y viajó a 129 países. En España estuvo cinco veces. Benedicto XVI, elegido en 2005, recién cumplidos los 78 años y uno de los grandes intelectuales católicos de Alemania, viajó mucho menos en sus casi ocho años de pontificado: 23 países. A España vino tres veces.

papa-francisco-bn.jpeg

El cardenal Jorge Bergoglio, elegido en marzo de 2013, con 77 años y ya mala salud (de joven se le extirpó parte de un pulmón), dijo que no quería viajar; pero, a pesar de sus declaraciones, en sus doce años de reinado visitó 67 países. Ninguno de ellos fue España.

En esos viajes, Francisco I mantenía la misma imprudente y hasta irritante costumbre que tenía en Roma de hacer declaraciones y redactar escritos que llegaban a contradecir la doctrina católica. En Singapur, en septiembre de 2024, afirmó que "todas las religiones son un camino para llegar a Dios", lo que, aparte de inducir a confusión a sus fieles, constituye una herejía, pues el Catecismo (puntos 845-848) subraya que la Iglesia "es el lugar donde la humanidad debe volver a encontrar su unidad y su salvación". Si todas las religiones valen para alcanzar a Dios, ¿por qué ser católicos y no de una secta protestante, más laxa, que aprobase las bodas de homosexuales, el aborto, la avaricia, o la eutanasia?

Muchos españoles, católicos o no, le han reprochado al papa Francisco que no visitara España y hasta le han calificado de desagradecido, ya que pertenecía a una orden, la Compañía de Jesús, fundada por un español, hablaba español gracias a que su país lo colonizaron y poblaron los españoles y estudió en 1971 en Alcalá de Henares.

No sólo fue España la agraviada, sino también Argentina y otros países importantes para el catolicismo, siquiera sea por el dinero que aportan, como Alemania, o por el prestigio, como Francia. Para explicar su ausencia de su patria, basta recordar que el presidente, Javier Milei, no les gusta ni a él ni a su círculo peronista. Milei y Francisco se cruzaron palabras duras, aunque se reunieron en el Vaticano.

Cuando estuvo en Estrasburgo, Ajaccio y Marsella, el papa dijo que no visitaba Francia, de la misma manera que le confesó en el Vaticano a Alberto Núñez Feijóo, entonces presidente de la Xunta gallega, que le gustaría peregrinar a Compostela, aunque eso de ninguna manera suponía visitar España. Una manera peculiar de cumplir su promesa repetida varias veces de que primero deseaba recorrer las naciones pequeñas de Europa (Macedonia del Norte, Estonia, Chipre) y la periferia del mundo (Paraguay, Mongolia y las islas Mauricio).

Con estas palabras se lo dijo a Carlos Herrera:

"mi opción hasta ahora de viaje a Europa son los países chicos. Primero fue Albania y luego todos los países eran pequeños. Ahora está en programa Eslovaquia, después Chipre, Grecia y Malta. Quise tomar esa opción: primero a los países más chicos. Fui a Estrasburgo, pero no fui a Francia. A Estrasburgo fui por la UE".

Por el contrario, yo me alegro de esa ausencia, ya que me temo que viaje hubiera consistido en: reñirnos por nuestro pasado y recordarnos la leyenda negra (opresión, genocidio, imposición de la religión por la fuerza…); abrazar a personajes como Pedro Sánchez, Yolanda Díaz y el padre Ángel; pedirnos la supresión de las fronteras y la recepción de todavía más inmigrantes; y exhortarnos a no radicalizarnos contra nuestros gobernantes mediante ‘fake news’ difundidas por redes sociales y hasta a reconciliarnos con los etarras o con los golpistas catalanistas, porque son nuestros hermanos, aunque quieran destruir nuestra casa.

papa-francisco-3.jpeg

Si Francisco hubiera sido motivo de división entre los españoles en general y los católicos en particular, no por decir verdades desagradables para el mundo, como las condenas del aborto y el relativismo que tanto molestaban a los medios de comunicación dominantes cuando las hacían Benedicto XVI y Juan Pablo II, sino por difundir las consignas de los poderosos, como la emergencia climática y la sociedad multicultural, mejor que haya pasado de largo de nuestro país. ¿Invitar a tu casa a quien te va a regañar porque el aire acondicionado que has puesto para que sienta cómodo contribuye al calentamiento del planeta?

Dios escribe recto con renglones torcidos y gracias a este pontificado muchos católicos han aprendido a separar la persona del papa de la doctrina y la tradición, a distinguir cuándo habla como maestro y cuándo lo hace simplemente para pasar el rato.

Temas

En Cultura

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Alta Rentabilidad