
Nueve exconsejeros catalanes de Cultura, la mayoría de ellos independentistas, han elaborado un manifiesto en el que alertan de los supuestos peligros de trasladar a su emplazamiento original las pinturas murales del Monasterio de Sijena que se exponen en el denominado "Museu Nacional d'Art de Catalunya" (MNAC).
El Tribunal Supremo ha ratificado una sentencia de la Audiencia Provincial de Huesca que ordenaba el traslado de las obras que fueron expoliadas tras un incendio en el recinto religioso en agosto de 1936 provocado por milicianos republicanos. Técnicos de la Generalidad catalana trasladaron las pinturas murales a Barcelona y a partir de los años sesenta fueron expuestas en el Palacio Nacional de Montjuich.
El pleito para la devolución de las obras comenzó a mediados de los años 90, cuando decenas de parroquias oscenses pidieron su traslado de la diócesis de Lérida a la Barbastro Monzón en protesta por el intento del clero separatista de crear una conferencia episcopal catalana. Las autoridades autonómicas de Aragón emprendieron un camino judicial que ha terminado tres décadas después.
Sin embargo, partidos y entidades independentistas y de izquierdas intentan forzar un conflicto político con Aragón y tachan la resolución del Tribunal Supremo como un "ataque a Cataluña". La Assemblea Nacional Catalana (ANC) amenaza, por su parte, con movilizaciones para impedir el cumplimiento de la sentencia. El último movimiento de los contrarios a devolver el arte robado a Aragón es un manifiesto suscrito por los exconsejeros de Cultura Àngels Ponsa, Mariàngela Vilallonga, Laura Borràs (condenada por corrupción), Lluís Puig (fugado tras el golpe de Estado), Santi Vila, Joan Manuel Tresserras, Ferran
Mascarell, Caterina Mieras y Joan Guitart.
"Legitimidad" catalana
Según ellos, las pinturas murales "no pueden ser trasladadas sin sufrir daños irreparables" y aseguran que es lo que "ha reconocido la comunidad científica y técnica especializada". Además, aseguran que "la sentencia del Tribunal Supremo que avala el regreso de las pinturas murales de Sijena al monasterio aragonés no tiene en cuenta criterios históricos, técnicos ni científicos, y no ha atendido a los argumentos de legitimidad de la parte catalana".
"El MNAC ha tenido un papel decisivo en su rescate y ha garantizado su conservación durante décadas: han sido preservadas con las máximas garantías y se han hecho accesibles a toda la ciudadanía", señala el manifiesto.
Para estos exconsejeros, los derechos de propiedad no cuentan. "Defendemos que el principio fundamental es la preservación de la obra por encima del de una titularidad o propiedad que han sido cambiantes", apuntan en el documento.
Además reclaman a la Generalidad que defienda "ante los tribunales y las instituciones internacionales el mantenimiento de las pinturas en el museo que las salvó y las acoge, para garantizar su conservación y para evitar un traslado que podría suponer la pérdida irreparable de una obra maestra del patrimonio cultural".



