Menú

Crítica: 'Traición', película francesa con Sophie Marceau

Traición es una mezcla de thriller y drama con Sophie Marceau como mujer engañada. En cines el 23 de junio.

Traición es una mezcla de thriller y drama con Sophie Marceau como mujer engañada. En cines el 23 de junio.
Sophie Marceau | Adso Films

A los franceses uno puede reconocerles cierta valentía. Thrillers como esta Traición, vehículo por otro lado dedicado enteramente a Sophie Marceau, podrían ser calificados como altamente inconvenientes al otro lado del charco. La película, al fin y al cabo, narra la cuesta abajo de una mujer brillante, con un trabajo excelente (Verbeke es comisaria en un distrito de París) y de postre novelista de éxito, después de descubrir que su marido la engaña con otra mujer. Con otras mujeres. El cuento da la impresión de funcionar no como reflejo de la maldad de los hombres, sino que busca a propósito el lado oscuro de encarnaciones recientes del feminismo como el Me Too.

En la crisis de Verbeke, porque en Traición el caso a resolver es ella misma, confluyen al menos dos cosas: el aniversario de la muerte de su hermana y el tortuoso engaño. Por el camino, el director Jean-Paul Civeyrac distribuye si acaso muy tardíamente un tercera acontecimiento cardinal, muy apegado a las políticas de violencia doméstica o de género, que precipita el filme hacia los abismos de una novela negra como las que escribe el propio personaje. Hay que saber entender su tendencia al melodrama desmadrado, subrayado por su banda sonora, para entender la extraña combinación de drama y humor negro de ciertas secuencias culminantes.

Pero mientras Marceau acierta abordando la crisis de esta "mujer de nuestro tiempo" (así se titula en versión original, nótese de nuevo la ironía perdida en la traducción española) la película se muestra confusa en sus intenciones finales, por otro lado harto previsibles. Uno cabe alabar la ironía y atrevimiento en Civeyrac al comentar lo que en los últimos años ha sido simplemente una verdad irrebatible para partidos políticos y medios de comunicación, pero sobre todo, la tremenda elegancia cinematográfica de su puesta en escena: algunos de los movimientos de cámara consiguen asociar ideas y pensamientos, todos ellos de Verbeke, permitiendo al espectador relacionarse con un personaje indescifrable y, de paso, contrariando algunos postulados de descuidada puesta en escena contemporánea con sumo talento visual. El juego hitchcockiano al menos está servido en ese aspecto.

Si Traición, película contemporánea y a contracorriente en su estilo, hubiera abordado con menos cortapisas el puro cine de género, probablemente las intenciones y los resultados reales hubieran ido más de la mano. Lo que tenemos de todas formas es un thriller dramático tremendamente sobrio, sombrío y sostenido, si bien no del todo redondo.

Temas

En Cultura

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal