Andrés Arconada habla esta semana de una "película necesaria" como Green Border, de la directora polaca Agnieszka Holland (autora de Europa, Europa) que tiene una filmografía "plagada de denuncias". Green Border aborda "un tema espinoso y real" y está rodada en blanco y negro, "casi como un documental".
Green Border sitúa la acción en los traicioneros y pantanosos bosques que forman la llamada "frontera verde" entre Bielorrusia y Polonia, donde los refugiados de Oriente Medio y África que intentan llegar a la Unión Europea quedan atrapados en una crisis geopolítica orquestada por el dictador bielorruso Alexander Lukashenko. Inmigrantes que son atraídos a la frontera mediante propaganda que les promete un paso fácil hacia la UE con la única intención de desestabilizar a Europa.
Arconada subraya "la valentía de Agnieszka Holland" que decía en la pasada edición de la Seminci que "las autoridades polacas irían a por ella y casi termina en la cárcel, aunque se libró por los pelos por ser una cineasta tan conocida". En definitiva cree que es Green Border es "un cine imprescindible, historias con contenido real".