
La taquilla del fin de semana del Memorial Day, habitualmente una cita destacada con las carteleras por parte de la audiencia estadounidense, se ha saldado con cifras de récord este 2025. El estreno simultáneo, al igual que en España, de Lilo y Stitch y Misión Imposible. Sentencia Final ha impulsado las cifras hasta unas astronómicos 485 millones combinados.
Las cifras de Lilo y Stitch, verdadero fenómeno de marketing basado en la película de animación original de 2002, se ha anotado 183 millones durante el fin de semana, que se convierten en unos absolutamente extraordinarios 341,7 si consideramos la taquilla internacional. Si pensamos que la película ha tenido un coste bastante contenido de 100 millones sin contar promoción podemos concluir que Walt Disney, efectivamente, ha borrado de un plumazo la impresión que dejó el anterior remake de Blancanieves hace escasamente un par de meses (su recaudación total apenas llega a 87 millones en EEUU en toda su carrera comercial, menos de la mitad que Lilo y Stitch en apenas un fin de semana).
Aunque las cifras de la última entrega de Misión Imposible están lejos de Lilo y Stitch, las cifras requieren contexto. Tras la relativa decepción taquillera de la anterior entrega, el desenlace de la saga se anotó 8,3 millones de dólares en las previews del jueves, y el resultado final bate récord de franquicia para la gigantesca producción de Tom Cruise. El resultado, 77 en EEUU y 127 en la taquilla internacional, según datos de BoxOfficeMojo, arrojando un resultado global de 204. El film de Cruise ha costado la friolera de 400 "kilos", por lo que le queda más trayectoria para ser rentable, pero el astro puede respirar tranquilo: se trata de unos buenos resultados.
Se da la circunstancia de que el cara a cara entre Lilo y Stitch y Cruise ya se repitió en 2002, y entonces fue el actor de carne y hueso cuando se llevó el gato al agua con Minority Report frente a la película original de dibujos animados de Walt Disney.
Unas cifras que demuestran que, incluso con secuelas o remakes, el público sigue acudiendo a las salas cuando quiere. Una vez agotada la veta de superhéroes, que manifiestan evicente cansancio pese a los correctos resultados de Thunderbolts, Hollywood comprueba que hay lugar para la supervivencia del cine cuando 1) se deja de consejos ideológicos, y 2) deja respirar al personal de las principales franquicias de los últimos 15 años.
La prueba, los extraordinarios resultados allí de Los pecadores, que ha superado los 200, y Una película de Minecraft, a punto ya de rebasar los 1.000 mundiales. Ambas son películas de Warner Bros, que sin duda respira algo tranquila antes del estreno de su gran apuesta veraniega: la nueva versión de Superman.
En España la cosa no cambia, si bien a una distinta escala. Las dos películas suman unos buenos 7 millones de euros, elevando sobremanera los alicaídos resultados de la semana anterior, donde Destino Final. Lazos de Sangre (otro récord de franquicia tras más de una década en barbecho) logró un cómodo liderato pero sin cifras asombrosas, y las demás propuestas como Thunderbolts ya daban evidentes signos de agotamiento.


