
El programa Saturday Night Live, en antena en la NBC desde 1975, pasó a la historia de la televisión por, al menos durante sus primeros años, aunar a la perfección entretenimiento de vanguardia y obrero. Una contradicción que la película de Jason Reitman, estrenada en España directamente en Blu-Ray, relata a las mil maravillas en una comedia coral que, fiel a los tiempos actuales, ha tenido más bien poca relevancia en el mercado estadounidense y, como decimos, el español.
En cierto modo es normal. Relato casi en tiempo real de los minutos previos a la emisión del primer programa allá por octubre de 1975, la película de Reitman (hijo del legendario Ivan Reitman, firmante de Cazafantasmas y fallecido en 2022 de manera inesperada, compañero de fatigas de no pocos films de los protagonistas de SNL) es puro cine, de ese que se escapa a la dictadura del algoritmo y el telefilm de lujo. Al contrario, Saturday Night parece en ocasiones filmada por el mismísimo Spielberg, con una fotografía digital que emula perfectamente el celuloide y planos secuencia que, por una vez, no buscan epatar al espectador señalando la presencia de un director con ínfulas.
La referencia a Spielberg es deliberada. No solo por el póster de Jaws, estrenada aquel mismo año, que adorna las oficinas de los guionistas, sino porque precisamente Gabriel LaBelle, el trasunto del mismísimo realizador en la infravalorada Los Fabelman, hace de maestro de ceremonias en el papel de Lorne Michaels, el "padrino" de SNL. Los paseos de LaBelle por un caótico estudio en permanente destrucción y reconstrucción va introduciendonos cómicos legendarios como Dan Aykroyd (Dylan O’Brien), Chevy Chase (Cory Michael Smith, de Gotham), los fallecidos John Belushi (Matt Wood) y Gilda Radner (Ella Hunt), o la guionista Rosie Shuster (Rachel Sennot, verdadera doble de Sean Young) entre otros muchos. Una "comedia dell’arte" pop de gente criada en el fluir constante del relato televisivo y que, por primera vez, obtiene su altavoz en ese mismo aparato.
La película de Reitman está prodigiosamente rodada y se alza con facilidad como lo mejor de su director e incluso de un año, 2024, que ignoró absolutamente una obra de absoluta madurez, capaz de aunar sentimiento (esa bellísima secuencia de Shuster editando un gag a 8 fotogramas porque es el ritmo de "un latido") y humor salvaje, efectivamente vanguardista y obrero, capaz además de apuntar en cuatro trazos las motivaciones, objetivos e idiosincrasia de más de una docena de caóticos bufones con alma (ojo al momento de Chase con Milton Berle, interpretado por J.K. Simmons, que echa un jarro de agua fría sobre el gigantesco ego del cómico… enseñándole el pene).

Que Saturday Night, que edita Arvi en Blu-ray en España con profusión de extras y una excelente imagen que traduce perfectamente la fotografía de época, pasase desapercibida da a entender la escasa relevancia de un show que ya lleva en antena 50 años, quizá perdido entre cómicos mediocres y la pujanza de las redes sociales en las nuevas generaciones. Da igual porque en sí misma es una formidable película, quizá una que opta por destruir el denominado "docudrama" para convertirlo en "docucomedia", aunque ambos registros compartan un territorio común que el film sabe elevar a puro mito de la cultura popular. El film es una cápsula del tiempo hacia ese 1975 que no vivimos pero añoramos, un excelente film de ritmo trepidante en el que tanto Reitman como su colaborador Gil Kenan se muestran absolutamente seguros de su arte… y del de SNL.

