Carlos Iglesias revela la anécdota más emotiva de 'Manos a la obra': "Me dejó los pelos como escarpias"
Carlos Iglesias regresa al cine con La bala, su proyecto más personal y ambicioso, pero lo hace con dos grandes personajes sobre los hombros.
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Carlos Iglesias regresa a la gran pantalla con La bala, su nuevo proyecto como guionista, director y protagonista y ha pasado por los micrófonos de esRadio. En su conversación ha aflorado, inevitablemente, el peso de su historia televisiva, aquella que marcó a varias generaciones: Pepe Lu en los programas de Pepe Navarro y, sobre todo, Benito Lopera Perrote, el albañil más recordado de la ficción española.
A sus 68 años, Iglesias mira atrás sin nostalgia, pero con una claridad poco habitual en un actor que fue fenómeno de masas. "Yo tuve dos grandes éxitos en televisión —Pepe Lu y Benito— y gracias a ellos he sacado adelante a mi familia", ha admitido. Sin embargo, también lo tiene meridianamente claro: no volvería a interpretarlos: "La gente espera lo mismo, y eso es imposible. Ni física ni mentalmente soy el de entonces. A lo mejor saldría un churro".
Dos fenómenos que no volverán
El actor ha recordado en Una Hora Contigo cómo su entrada en televisión, de la mano de Pepe Navarro, le cambió la vida. Aquellos late nights de los noventa "los veía todo el país", ha dicho. Pepe Lu, aquel personaje estrafalario, descarado e inclasificable, se convirtió en una explosión de popularidad. "Me confundían con el personaje por la calle y caía bien a todo el mundo".
Años después llegaría Manos a la obra, la serie que batió récords y que —paradójicamente— él decidió abandonar aun en pleno éxito. "Todos me decían: nadie deja un éxito, Carlos. Pero si me quedaba más años, se me pasaba el arroz. Yo quería hacer otras cosas". Aquella decisión, que hoy se consideraría temeraria, quedó validada con el tiempo. Ángel de Andrés, su compañero en la serie, acabó entendiéndolo: "Me abrazó y me dijo: ahora comprendo por qué dejamos la serie", ha recordado.
La dimensión emocional del fenómeno quedó plasmada en una anécdota que él mismo todavía cuenta con emoción: una mujer se acercó a la furgoneta del rodaje para agradecerle que su marido — que acababa de fallecer debido a un cáncer — "se moría de risa los jueves viendo la serie". "Aquello me dejó los pelos como escarpias", ha confesado.
Un actor que quiere mirar hacia adelante
Iglesias no se ve repitiendo sus papeles icónicos. Ni siquiera ante una gran oferta: "No sabría hacerlo como la gente espera. Yo ya no soy aquel". Eso no implica que no siga queriendo trabajar como actor. Al contrario: reconoce que no le llaman lo suficiente, y lo dice sin victimismo. "Me gustaría tirarme el rollo y decir que me llueven los papeles, pero no es cierto". También ha subrayado, con ironía, que desde que dirige, "algunos creen que solo quiero trabajar en mis películas".
En La bala, Iglesias interpreta a un sacerdote que investiga la muerte de una familiar fallecida en la División Azul. El proyecto nace de un hecho real, contado por los hermanos Garrido, con quienes se encontró años atrás. "Cuando tuve la bala en la mano, oxidada, setenta y cinco años después, nació la sinopsis", ha explicado.
El vértigo de la profesión y la vida después del éxito
Con honestidad, Iglesias ha reconocido lo duro que es para un actor sobrevivir tras haber sido extremadamente popular. "Si no te llaman, ¿qué haces? No puedes ponerte de aprendiz en un taller mecánico después de haber sido conocido". Y el miedo siempre está ahí: "Y si no vuelve a sonar el teléfono...". Por eso se ríe cuando recuerda el disgusto que se llevó al saber que su hija quería ser actriz: "Ningún padre quiere esa incertidumbre para su hijo". Hoy forma parte del reparto de La bala y, admite, "vale muchísimo".
A pesar de su trayectoria, Iglesias ha asegurado que sigue teniendo los pies en el suelo. "Este oficio te lo recuerda todos los días". Ha celebrado cuando nuevos espectadores — niños — lo reconocen por la saga Padre No Hay Más Que Uno, donde interpreta al abuelo Agustín. "Entre ellos discuten quién soy: si Benito o el abuelo Agustín. Me hace mucha gracia". Carlos Iglesias vuelve al cine porque, como él mismo ha dicho, "si paro, me muero".
Pincha en el audio para escuchar la entrevista completa.
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