
Rafa Cobos, director de Golpes, junto a los actores Luis Tosar y Jesús Carroza, han pasado por los micrófonos de esRadio en esCine para hablar del estreno de una película ambientada en los años 80 cuando un Migueli sale de la cárcel y reúne a su antigua banda para atracar bancos y joyerías. El policía encargado de detenerle, Sabino, es su propio hermano.
Rafa Cobos ha explicado que el origen de Golpes parte de un impulso muy concreto: "El principio de todo fue justo el cine quinqui". Un territorio cinematográfico con el que creció y que, según ha afirmado, "resultaba interesante utilizar porque era una plataforma perfecta para tocar un tema espinoso y trascendental como es el de la memoria".
Es la manera de reivindicar esa mirada contemporánea que permite profundizar en un trasfondo que atraviesa a todos los personajes. Y es que para el director, volver a ese universo no significaba copiarlo, sino tomar distancia y que el cine quinqui respirara de otra forma.
Dos hermanos frente a una herida sin cerrar
Luis Tosar encarna a Sabino, un hombre marcado por aquello que nunca dijo: "Él no sabe cómo resolver el problema que ha ido pesando y acumulándose a lo largo de los años", ha admitido. Su personaje carga con décadas de silencio emocional: "Ha vivido en una España en el que el tema de la salud mental era totalmente intocable". Una incapacidad que se convierte en bloqueo vital: "Sabino tiene tal quilombo mental y tal empanada emocional que no sabe ni por dónde empezar".
Jesús Carroza, por su parte, da vida a Migueli, un personaje impulsivo pero luminoso en su propia precariedad: "Es un tío listo, que se ha rodeado de amigos, se ha ido buscando la vida y tiene un sitio donde quedarse". Ambos, ha sostenido, avanzan desde heridas comunes, pero diferentes a la vez: "Tienen su justificante, pero formas distintas de resolverlo. Aún así, los dos están jodidos".
El director ha subrayado estas últimas palabras de Jesús Carroza: "Están muy jodidos, pero de distinta manera". Además ha resumido la fractura que define la película: "Hay un acontecimiento de arranque que determina cómo son socialmente y cómo van a ser socialmente estos dos tipos".
Encuentros, derrotas y pequeñas esperanzas
Uno de los momentos más devastadores de la película se ha reflejado en la lectura de Cobos: "Cuando la mujer le dice 'ya es tarde', se va y se queda solo". Luis Tosar ha profundizado en ese instante que quiebra el frágil equilibrio del personaje: "La esperanza de que la vida podría volver a tener sentido, cae como una losa".
Tosar también ha apuntado que, aunque el cine americano acostumbra a que las cosas se resuelvan fácil, "la vida en realidad no es así y lo normal es que esto que ocurre en la película suceda". Aun así, el largometraje ha reservado un resquicio de ternura. Miguel encuentra un refugio emocional en Ángela, interpretada por Teresa Garzón, como ha apuntado Carroza: "Nos necesitábamos los dos".
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