
En esta nueva sección del programa Prohibido contar ovejas, Felipe Couselo repasó junto a Juanma González algunas de estas películas que, si bien no arrojaron los mismos resultados que la original, sí consiguieron dejar una marca en la taquilla y los corazones de esos jóvenes ilusionados de los 80 y 90.
Muñeco Diabólico 2 (1990) fue la película que consolidó a Chucky como un icono del terror que todavía colea, en tanto hay secuelas y series de televisión en camino. Esta secuela de Universal amplía la mitología del personaje, combina terror con más humor macabro que en la anterior y ofrece escenas memorables, como ese desenlace en la fábrica que es todavía hoy la secuencia favorita de los fans.
Una de ellas es RoboCop 2, secuela del clásico de ciencia ficción dirigida por Irvin Kershner y estrenada en 1990. Si bien el film carece de la mala leche del original de Paul Verhoeven, la presencia en el guion del genio del cómic y la ciencia ficción distópica, Frank Miller, bien merece un repaso. La película sigue a Alex Murphy, ahora más controlado por la corporación OCP, mientras lucha contra una nueva droga llamada "Nuke" que azota Detroit. La película es todavía más oscura y violenta que la original, aunque también algo más desequilibrada.
French Connection 2 (1975) contó de nuevo con Gene Hackman en el papel del policía Popeye Doyle, que viaja de Nueva York a Marsella para detener al malvado narcotraficante que encarnó el español Fernando Rey. El film está dirigido por John Frankenheimer, director veterano y experto en thrillers, pero no por William Friedkin, que obtuvo el Oscar por la primera película. Puede que esta secuela sea algo inferior, pero French Connection II es más introspectiva, muestra a un protagonista más vulnerable y al límite, un Popeye que es obligado a consumir la propia droga que quiere quitar del mercado, además de abundar en la acción típica de la primera parte.
Todo esto y muchas más puedes escucharlas en la sección El Resplandior del programa de esRadio Prohibido contar ovejas, conducido por Felipe Couselo.

