Poco acertados, exagerados o glamurosos: los apodos de los reyes de España
La mayoría de los reyes que ha tenido España han contado con un mote que describía su aspecto, su personalidad o su destreza en la gestión del país. Repasamos los sobrenombres de los monarcas.
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Isabel la Católica
Isabel I de Castilla (1451 – 1504). Apodo que se debe al papa valenciano Alejandro VI, que lo certificó en una bula emitida en diciembre de 1496. Responde a su labor en la expansión del catolicismo.
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Fernando el Católico
Fernando II de Aragón (1479 – 1516). Apodo que se debe al papa valenciano Alejandro VI, que lo certificó en una bula emitida en diciembre de 1496. Responde a su labor en la expansión del catolicismo.
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Juana La loca
Juana I de Castilla (1516-1555). Es uno de los sobrenombres más injustos. Define una supuesta enfermedad mental que fue difundida por su padre y su hijo para apartarla del trono.
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Felipe, El Hermoso
Felipe I de Castilla (1478 – 1506). Ápodo que hace referencia a su atractivo físico.
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El césar
Carlos I de España y V de Alemania (1516 – 1556). Por ser responsable de que en el imperio español “nunca se pusiera el sol".
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El Prudente
Felipe II (1556 – 1598). Por su carácter y su estilo de gestión.
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El Piadoso
Felipe III de España (1578-1621). El apodo describe su devoción religiosa. Se dice que fue un monarca conformista.
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El Rey Planeta
Felipe IV (1605 – 1665). El sobrenombre alude a su reinado de cuatro décadas en las que España fue una potencia mundial.
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El hechizado
Carlos II de España (1661 – 1700. El apodo responde a su aspecto físico y a su incapacidad para tener descendencia.
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El Animoso
Felipe V de España (1683-1746). Aseguran que en la batalla era el primero en ponerse al frente, animando al resto de soldados.
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El Bien Amado
Luis I, príncipe de Asturias (1707 – 1724). Aunque su reinado fue de apenas siete meses, logró ganarse el favor del pueblo.
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El Prudente
Fernando VI de España (1713-1759). El monarca orientó su reinado a preservar la paz y no intervinir en nuevos conflictos.
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El político
Carlos III (1716 – 1788). Su mote se debe a sus dotes diplomáticas y su afán por modernizar la sociedad. También se le conoció como “el mejor alcalde de Madrid".
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El consentido
Carlos IV (1748 – 1819). Se le criticó su poco ímpetu y aliarse con Francia.
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El deseado
Fernando VII (1784 – 1833). Obtuvo el apoyo de las clases humildes, las mismas que le pusieron este sobrenombre. Sin embargo, reinstauró el absolutismo.
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La de los Tristes Destinos
Isabel II de España (1830 – 1904). Benito Pérez Galdós la apodó de esta manera en la décima y última novela de serie de los Episodios Nacionales.
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El electo
Amadeo I (1845 – 1890). Por ser elegido por las Costes Constituyentes.
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El Pacificador
Alfonso XII (1857 – 1885). El apodo le viene por su reinado, que consistió principalmente en consolidar la monarquía y repara los daños del Sexenio Revolucionario.
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El africano
Alfonso XIII (1886 – 1941). Por la guerra del Rif.
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