"Tintin" (ese joven y bobalicón trotamundos inventado por Horgé), o sea Chirac, estuvo recientemente en Asia, y concretamente en China. Antes, en Hanoi, capital del Vietnam, pronunció sus consabidas retahílas antiyanquis, exaltando la excepción cultural francesa, en un país que fue su colonia, e hizo la guerra contra Francia, en un país donde el francés fue la lengua oficial, impuesta por la potencia colonizadora, y en donde cada día se habla menos francés.
Pero no se puede pedir al arrogante Chirac la menor sutileza oriental, y con tal de lucirse y de fingir que Francia no sólo sigue siendo una gran potencia, sino que es diferente, y por lo tanto superior, cree haber cumplido. A China fue para vender, vender su imagen de líder mundial, y vender productos galos. Un presidente representante de comercio. No estoy seguro de que eso impresionó a los dirigentes comunistas de un país cada vez más capitalista. Cierto que china es un inmenso mercado potencial, del que todos quieren sacar tajada. Vendieron, o mejor dicho, firmaron contratos, pero menos de lo esperado, lo cual es lógico, los productos franceses, trenes, aviones o tecnología son caros porque su competitividad es nula, se sitúa en el puesto 28 del ranking mundial, un poco por encima de Albania.
Me temo que tengan que subvencionar sus exportaciones y entren en conflicto con la OMC. Chirac defiende la supresión del embargo sobre la venta de armas a China, porque así espera vender algunos aviones Mirage, y algunos tanques Lagardère. Cabe preguntarse si China necesita a Francia para armarse. La guinda de este pastel presidencial tuvo lugar en Hong Kong, donde Chirac impartió un curso magistral de hipocresía. Trató ¡al fin! de los derechos humanos y declaró que nada, absolutamente nada, le preocupaba más que el respeto a los derechos humanos en el mundo entero. Pero... pero tratándose de un país antiguo y tradicional como China no era muy conveniente pasarse en la crítica. Por ejemplo, ¿cuántos campos de "reeducación por el trabajo", siguen en actividad?... ¿Cuántos disidentes encarcelados?... ¿Cuántos fusilados?.... ¡Estupendo! Veo que los derechos humanos están bien protegidos en China.
Mientras tanto, en Francia, el culebrón sobre la división de la clase política sobre la entrada de Turquía en la UE y el proyecto de Constitución europea prosigue con algún nuevo episodio. Como el debate sin voto en la Asamblea Nacional, la semana pasada. De todas formas, y aunque no pudieron contarse, ya que el voto estaba prohibido, se manifestó una fuerte oposición a la entrada de Turquía, y surgió una propuesta, que no me parece descabellada, negarse a que Turquía sea miembro de la UE, y en cambio, estudiar una "asociación privilegiada" con ese y otros países mediterráneos. Lo que me llama la atención es que nadie parece tener en cuenta que el 75% de los franceses consultados, y el 70% en los otros países de la UE, se declaran opuestos a la entrada de Turquía. Sobre la Constitución las cosas son más ambiguas, por una razón bien sencilla, nadie conoce, ni entiende, ese mamotreto jurídico-político, ni siquiera sus propios autores.