Para enfrentarse al secesionismo catalán, es momento de recomendar lecturas pertinentes para estos momentos especialmente graves que está viviendo España como consecuencia del golpe de Estado de los separatistas catalanes. Y lo hacemos gracias al consejo de José García Domínguez, que ha recogido cuatro libros con los que reflexionar sobre estos tiempos de insurrección separatista.
La lengua maltratada, Joan Lluís Marfany.
(La lengua maltractada, edición en catalán).
Editorial Empuries, 2001.
Joan Lluis Marfany es de los pocos autores marxistas que quedan, pero no en Cataluña, sino en el mundo. Y siendo un marxista, la izquierda catalana no le hace ni caso, y la derecha mucho menos, pese a su interesante análisis lingüístico. La difícil convivencia del castellano que –a veces– ha tenido con el catalán es el leit motiv de este libro. Recuerda que el castellano es una lengua en Cataluña que tiene una presencia desde el siglo XVI. Y quizá sea la obra que mejor explica todo el conflicto lingüístico en Cataluña y la convivencia. Habla de la intrahistoria de la lengua: tanto del castellano como del catalán.
Nacionalismo español y catalanidad, Joan Lluís Marfany (Nacionalisme espanyol i catalanitat: Cap a una revisió de la Renaixença, edición en catalán)
Edicions 62, 2017.
En este libro Joan Lluis Marfany rescata un fenómeno ideológico que se trata de ocultar a toda costa en Cataluña, y que se desconoce bastante en el resto de España. Relata cómo el primer nacionalismo del que se tiene constancia en Cataluña es el que se produce después de las invasiones napoleónicas y que dura hasta los años 70 del siglo XIX. Ahí se encuentra el germen del nacionalismo catalán, que nace como respuesta realmente a un nacionalismo español, un patriotismo, que aparece con el movimiento liberal nacionalista posterior a las inversiones nacionalistas, es decir: cuando se produce el estado liberal. En Cataluña, todo esto está perfectamente olvidado, porque niega la mayor de la ideología catalana. Precisamente este es un libro del que no se ha hablado en la prensa catalana porque desmonta las premisas de la ideología nacionalista catalana.
Escucha Cataluña, escucha España, Josep Borrell, Francesc de Carreras, Josep Piqué, Juan Jose López-Burriol. Editorial Península, 2017
Un libro con cuatro autores (cada uno de ellos con marcada personalidad y relevancia en la esfera pública) que apuestan por abordar con serenidad el crispado debate territorial en España. En palabras de García Domínguez son especialmente recomendables el capítulo de Josep Borrel, por sus conocimientos sobre el tema, y el de Francesc de Carreras. Éste, en concreto, especialmente interesante porque habla del franquismo catalán que conoce bien –entre otras cosas– porque uno de los principales franquistas catalanes era su padre, que fue presidente del Barça, presidente de La Caixa y procurador por el tercio familiar en las Cortes del Generalísimo Franco. Carreras explica ese mundo extraño que era el franquismo catalán: no eran falangistas (que eran muy marginales aquí), sino antiguos cuadros intermedios de la Lliga Revolucionaria. De ahí que existieran vínculos entre socialistas y franquistas, algo totalmente impensable en otros ámbitos. Por eso no se entiende que se hable del antifranquismo catalán. De hecho –reflexiona García Domínguez– probablemente existiera más antifranquismo en Soria que en Cataluña.
La pasión secesionista, Adolf Tobeña. ED Libros, 2017.
Este libro habla de los aspectos psicológicos del catalanismo, esto es: cómo ha podido prender en esas amplias capas medias de Cataluña un discurso básicamente narcisista. Ese es el banderín de enganche del catalanismo entre las personas no particularmente ideologizadas, que pasa por estímulos tan básico como decir que los catalanes son superiores al resto los españoles, más guapos, más altos, más rubios… ¿Acaso el ímpetu secesionista nació a partir de un enamoramiento colectivo? Pues todo eso ha sido analizado por Adolf Tobeña, que estudia cómo se ha producido esa penetración de los publicistas catalanes en la población.