Menú
Un genio solitario

Cuarenta años sin Nick Drake

Breve repaso al legado de un artista precoz y maldito: un mito en tres discos.

Breve repaso al legado de un artista precoz y maldito: un mito en tres discos.
Nick Drake

Se cumplen cuarenta años de la desaparición de uno de los "preciosos fantasmas" de la música moderna. Un chaval de 26 años, con pocos discos a sus espaldas (y de no demasiada repercusión entre el gran público, allá por los años setenta) y muchos, muchos problemas para continuar adelante. Hasta aquí, puede parecer que estamos ante un biopic de medio pelo, una de esas películas con las que dormir en la sobremesa de los fines de semana. Todo esto, claro está, si nunca has escuchado la maravillosa música de Nick Drake, ni has podido comprobar el modo en que sus canciones trasmitían su honestidad interior

El joven Nick creció sin hacer demasiado ruido, aprendiendo música en su casa y pasando casi desapercibido para sus compañeros de estudios, hasta que ingresó en la Universidad (Cambridge, por más señas). Fue durante esa época cuando descubrió las tendencias folk británica y americana: de Bob Dylan a Donovan, de la Incredible String Band a la raíz del blues-folk más desgarrador. Un abanico de posturas musicales que Drake acomodó a su profundidad interior y a su aura de profundo misterio. Un mundo propio y reservado para sus canciones, que capturaron la atención de no pocos seguidores de la música en vivo en la capital inglesa.

Entre ellos, se encontraban los responsables de su bautismo en el mundo discográfico: integrantes de bandas como Fairport Convention o Country Joe and The Fish. Todos ellos artistas seducidos por el poder de las composiciones de Nick, siempre a caballo entre la belleza y la melancolía. Y fueron los propios artistas quienes le recomendaron al productor Joe Boyd, responsable de trabajos como algunos de los primeros singles de Pink Floyd (liderados en aquellos primeros días por Syd Barrett, otro ilustre malogrado de la música moderna).

Junto a Boyd, el legado de Nick Drake arrancaba con un primer álbum titulado "Five Leaves Left", grabado con la misma intensidad y presencia que su autor. No hay más que escuchar canciones como "Day is Done" o "River Man" para apreciar esa pureza en la expresión y las letras, honesto reflejo del delicado mundo interior del autor. Tan sólo un año después, y tras no mucho eco mediático, Drake lanzaba ""Bryter Layter", de nuevo con Boyd en la producción, y con maravillosos y sombríos pasajes, adornados por colaboradores de lujo, como John Cale (The Velvet Underground) o integrantes de Fairport Convention. En este segundo esfuerzo, el músico oscilaba entre el folk con retazos de jazz, conformando un estilo a imitar por bandas que ni siquiera habían nacido por aquel entonces.

Pero ni con su segundo disco, ni con el tercero y definitivo "Pink Moon" (un sublime esfuerzo de menos de media hora de duración, con temas tan destacables como el que titulaba el disco, o "Things Behind the Sun"), conseguiría un gran impacto. De hecho, para cuando grababa este tercer trabajo, su compañía de discos ya no tenía demasiadas esperanzas en la promoción del artista, quien a su vez no había promocionado en absoluto su obra (consta tan sólo una entrevista formal, en 1971). Drake, desencantado del público folk, y sin apenas impacto en la escena pop, apenas actuaba en vivo, y se refugiaba en la intimidad del estudio para expresar su talento. Finalmente, se alejó de la vida pública poco después de este tercer trabajo, y se trasladó a casa de sus padres para apenas dar señales de vida hasta su prematura muerte.

Se cumplen ya cuarenta años de tan fatídica fecha, en la que una sobredosis de pastillas, que tomaba con regularidad para combatir su creciente depresión, acabó con la existencia de un genio solitario, introvertido y maravilloso. Un artista incomprendido en vida, pero reivindicado por músicos como Elliot Smith o Jeff Buckley (dos tristes ejemplos más de muerte prematura y talento a raudales), y también de Belle & Sebastian, R.E.M., y muchos otros. Al final, la música de Nick Drake continúa desfilando por nuestros oídos del mismo modo en que llegó: recomendada con fervor otro músico.

En Cultura

    0
    comentarios