Menú

Taylor Swift se convierte en diosa en Madrid

La artista estadounidense hace un repaso histórico a su carrera ante más de 50.000 swifties

El renovado estadio Santiago Bernabéu se vistió de gala este miércoles para su estreno como templo de grandes citas musicales. Taylor Swift se convirtió en diosa en Madrid con su The Eras Tour ante 65.000 personas (y otras tantas este próximo jueves). La estadounidense se ha confirmado como uno de los escasos artistas de la generación milenial capaz de levantar el fervor mastodóntico de las viejas leyendas, así como de convocar a rostros famosos como los de Aitana, Blake Lively o Ryan Reynolds.

Había ambiente de fiesta y de ocasión única en el entorno del estadio desde bastante antes del inicio, con muchos extranjeros y seguidoras pertrechadas a 34 grados de temperatura con lentejuelas y toda la iconografía de la artista, incluso con camisetas del equipo de rugby de Travis Kelce, su actual pareja.

Aún con precios altos que en algunos tickets VIP llegaron a cerca de 600 euros, sin ni siquiera opción hoy de comprar de reventa en webs, más de 65.000 almas disfrutaron de más de tres horas con 45 canciones y tantos cambios de vestuario como etapas discográficas ha tejido la protagonista desde su segundo LP, Fearless (2008).

Como viene siendo habitual desde que este tour arrancara en EE.UU. hace más de un año, el exhaustivo repaso a su obra no ha partido con ese álbum ganador del Grammy al mejor disco, uno de los cuatro que tiene en esta categoría, sino con 'Lover' (2019), uno de los más joviales y queridos de su carrera.

"¡Encantada de conoceros!", dijo en español al plantarse sobre el escenario. Colosal fue el despliegue de producción, con un enorme pantallón que cubre una grada entera, la pasarela hasta el fondo de la pista, el podio ondulante, sus seis músicos y cuatro coristas, la quincena de bailarines, las pulseras de led y las múltiples trampillas por las que Swift aparece y desaparece.

También la acústica del Bernabéu ha respondido satisfactoriamente, no tanto el termostato, con un calor casi tan tórrido a las 10 de la noche dentro como en el exterior a las 5 de la tarde.

Ella, por su parte, no dejó de pasmarse por la fidelidad con la que el público ha coreado las letras, con la capacidad del estadio del Real Madrid, "que no se acaba nunca", y prometió que no volverán a pasar 13 años hasta su próxima visita.

Una a una ha ido pasando por todas sus etapas y canciones, desde la seminal "You Belong With Me", como "We Are Never Ever Getting Back Together", de su estallido pop con Red (2012), o la pegada de "...Ready for it?", del oscuro Reputation (2017).

La jefa de la pista

Segura sobre el escenario, Swift ha sido una perfecta jefa de pista, sólida al cantar, versátil en el cambio de registro musical, bromista ("¿Tenéis 10 minutos?", dijo antes de su larga versión de "All Too Well") y con guiños constantes a sus seguidores, como cuando se acercó a regalarle su bombín a una jovencísima fan.

Como en una película de Peter Jackson, el público se merendó hora y media sin despeinarse, listo para la segunda parte con el calmo "Folklore", el que abrazó hasta el mundo indie, con una cabaña en mitad del escenario y cálidas recreaciones de "Betty" o "Champagne Problems", esta con ella sola al piano, el recinto preñado de tonos champán y un espontáneo y enorme aplauso final.

Para quien ese extenso segmento folk lo sumió en algo cercano al sopor, la sacudida de 1989 (2014), su álbum de mayor éxito, el de "Style", "Blank Space" y, sobre todo, el de "Shake it Off" y "Bad Blood", que no han dejado a nadie sin bailar.

Swift puso el punto y final a su larga ópera pop cerca de la medianoche con el trabajo que así tituló, Midnights, y un agradecimiento al público español: "Gracias por ser así, habéis hecho que este concierto pareciese que duró solo 10 minutos".

Temas

En Cultura

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Curso
    • Inversión
    • Securitas
    • Buena Vida
    • Reloj Durcal