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Muere asesinado en la cárcel Ian Watkins, el cantante de Lostprophets condenado por pedofilia

El músico galés, de 48 años, fue atacado en la prisión de Wakefield, donde cumplía condena por delitos sexuales.

El músico galés, de 48 años, fue atacado en la prisión de Wakefield, donde cumplía condena por delitos sexuales.
Ian Watkins | Europa Press

El cantante Ian Watkins, exlíder de la banda galesa de rock Lostprophets, falleció este sábado tras ser atacado dentro de la prisión británica de Wakefield, en el norte de Inglaterra, donde cumplía una condena por pedofilia. Según informó la Policía de West Yorkshire, dos hombres, de 25 y 43 años, han sido detenidos bajo sospecha de asesinato y se encuentran actualmente bajo custodia. Las autoridades han confirmado que el suceso tuvo lugar en la mañana del sábado.

Ataque en la prisión de Wakefield

Los agentes de la Policía de West Yorkshire acudieron al centro penitenciario tras recibir un aviso de que un preso había sido agredido. Al llegar, encontraron al interno con "lesiones graves", según el comunicado oficial emitido por el cuerpo policial. A pesar de los esfuerzos de los servicios médicos de urgencia, Watkins fue declarado muerto en el acto. Las autoridades han señalado que los dos sospechosos permanecen detenidos mientras continúa la investigación sobre las causas y circunstancias del ataque.

El Departamento de Prisiones ha confirmado la apertura de una investigación interna para esclarecer cómo se produjo el suceso dentro de un establecimiento catalogado como de alta seguridad. La prisión de Wakefield alberga a reclusos condenados por delitos graves, incluidos asesinos en serie y delincuentes sexuales, y está considerada una de las cárceles más estrictas del Reino Unido. Las autoridades penitenciarias han asegurado que se tomarán medidas adicionales para reforzar la seguridad tras lo ocurrido.

Los primeros informes apuntan a que la agresión tuvo lugar en una zona común del centro, aunque este extremo no ha sido confirmado oficialmente. La policía mantiene contacto con la dirección del penal y con el Servicio de Prisiones de Su Majestad (HM Prison Service) para determinar si existían antecedentes de conflicto entre el fallecido y los presuntos agresores. De momento, no se han ofrecido detalles sobre el arma empleada ni sobre la motivación del ataque.

Condena y antecedentes penales

Ian Watkins fue condenado en diciembre de 2013 a 29 años de prisión y otros seis de libertad condicional por múltiples delitos sexuales, entre ellos el intento de violación y la agresión a una menor de 13 años. El músico se declaró culpable en el juicio celebrado en la Corte de Cardiff, tras una investigación que reveló material de carácter pedófilo almacenado en varios dispositivos electrónicos incautados en su vivienda.

El arresto se produjo el 21 de septiembre de 2012, cuando agentes realizaron una redada en su domicilio de Pontypridd, en el sur de Gales, en el marco de una operación antidroga. En el registro se hallaron ordenadores, teléfonos móviles y unidades de almacenamiento digital que contenían pruebas de los delitos cometidos. El caso generó una amplia repercusión en el Reino Unido debido a la popularidad del artista y a la gravedad de los cargos.

No era la primera vez que Watkins sufría un episodio violento durante su reclusión. En agosto de 2023 fue apuñalado por otros internos y trasladado a un hospital, aunque las heridas no pusieron en riesgo su vida. Tras aquel incidente, el cantante fue ubicado temporalmente en otra sección del penal por motivos de seguridad, aunque posteriormente regresó a Wakefield.

Carrera musical y disolución de la banda

Antes de su detención, Watkins fue una figura reconocida dentro del panorama del rock alternativo británico. Fundó Lostprophets en 1997 junto a varios músicos de Pontypridd, con quienes alcanzó el éxito internacional durante la década de 2000. El grupo publicó cinco álbumes de estudio, entre ellos Liberation Transmission (2006), que llegó al número uno en la lista de ventas del Reino Unido. También lograron colocar dos sencillos en el Top 10 británico y actuaron en festivales de gran formato en Europa y Estados Unidos.

La carrera del grupo se vio truncada tras la detención de su vocalista. En 2013, sus integrantes anunciaron oficialmente la disolución de la banda, calificando los delitos confesados por Watkins de "terribles e imperdonables". Algunos de sus miembros formaron posteriormente una nueva agrupación, No Devotion, que continúa activa bajo un estilo musical similar.

La noticia de su muerte ha reavivado el debate sobre las condiciones de seguridad en las prisiones británicas y sobre el trato a los reclusos condenados por delitos sexuales, que suelen ser objeto de violencia dentro del sistema penitenciario. Por el momento, la investigación continúa abierta y la Policía de West Yorkshire mantiene todas las líneas de investigación posibles.

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