Menú

'Star Wars: Tripulación Perdida' recupera la magia y la aventura de la saga

Star Wars ha estrenado una nueva serie, Tripulación Perdida, con un tono de aventura familiar que gana al espectador nuevo y al nostálgico.

Star Wars ha estrenado una nueva serie, Tripulación Perdida, con un tono de aventura familiar que gana al espectador nuevo y al nostálgico.
Star Wars: Tripulación Perdida | Lucasfilm

Valorar cada producto Star Wars ha acabado siendo como una montaña rusa de emociones, un tiovivo que da vueltas y vueltas sobre los mismos conceptos. No por la uniforme factura visual de sus habitualmente lujosos productos (con poco honrosas excepciones, ¿verdad, The Acolyte?) sino por ese balance desequilibrado entre nostalgia y escenario reivindicativo de minorías en el que por alguna razón parece haberse convertido la franquicia (de nuevo: ¿verdad, The Acolyte?).

Resulta paradójico, por tanto, que uno tenga que justificarse ante un buen producto como este Tripulación Perdida, que tan claro tiene el tipo de aventura que propone frente a otras de tono más adulto como Ashoka o Andor. Quizá el mejor trabajo de su director Jon Watts, recién salido del taquillazo de los Spider-man de Tom Holland, la serie de Disney+ se retrotrae al cine de aventuras familiares de la Amblin, con su escenario suburbial típico, bien mezclado con el formato de fantasía de Star Wars que pone todo un mundo a explorar a su disposición. La referencia de Los Goonies no es baladí, en tanto todo viene a colación por la búsqueda de una nave interestelar que bien hace las veces de barco pirata.

Es precisamente ese punto de vista, el de cuatro niños junto a una figura adulta de dudosa moral pero enormemente carismática (excelente Jude Law), lo que permite redescubrir el universo Star Wars bajo un prisma no exactamente nuevo, pero sí tremendamente refrescante, como es el del juego infantil. Sin ser una serie estúpida, ese tono ingenuo de exploración remite a otras iteraciones de la saga en los lejanos ochenta de George Lucas, como sus especiales televisivos o la dupla de películas para la pequeña pantalla de los Ewoks que se estrenaron en el 84 y 85 y que aquí muchos conocimos en los videoclubs de barrio.

Quizá no son los mejores ejemplos, pero sí un germen que bien canalizado ofrece posibilidades. No es casualidad que Watts dirigiera en su momento Coche Policial, película de 2015 con Kevin Bacon donde unos niños robaban a modo de travesura un coche de policía, dando inicio a una trama policial digna de los Coen. Aquí se repite la propuesta rebajando el nivel de violencia y suspense a los estándares de un producto de la era E.T., que Tripulación Perdida corre el riesgo de imitar. Que no resulte otra modulación fallida en tiempos de franquicias de sabores solo moderadamente distintos se debe a la eficacia de sus "set pieces" (el despegue de la nave es tremendamente molón) y la buena utilización de marionetas y efectos de maquillaje "reales" en conjunción con el despliegue digital.

Es por ello que la serie de Star Wars no encuentra problema para situarse ahora mismo a la cabeza dentro de los productos de la franquicia, bien complementada con un producto de un perfil más adulto como Andor e incluso a años luz del abuso de la nostalgia y desfile de cameos en que se ha convertido el inicialmente brillante "inicio del reinicio", The Mandalorian.

Temas

En Cultura

    0
    comentarios

    Servicios

    • Radarbot
    • Libro
    • Curso
    • Escultura