Menú

'The magic opal', mucho truco y poca magia

La actualización de la obra de Isaac Albéniz en el Teatro de la Zarzuela resulta tan interesante como fallida.

La actualización de la obra de Isaac Albéniz en el Teatro de la Zarzuela resulta tan interesante como fallida.
The magic opal | Elena del Real / Teatro de la Zarzuela

La actualización de los títulos de zarzuela, debate por excelencia de nuestro género, cuenta con dos bandos claramente diferenciados: por un lado, directores y gestores, preocupados por captar nuevos públicos y otorgar vigencia a este arte nuestro; por otro, el de los aficionados inmovilistas y críticos ceñudos que tiran de prejuicio ante cualquier intento de renovación.

En el Teatro de la Zarzuela hemos visto variopintos ejemplos que podrían dar argumentos a unos y otros. Ha habido grandes adaptaciones solo desde el plano escénico, como aquel Curro Vargas de Graham Vick; traslaciones a sesiones de grabación o filmación de las obras, como con el Chateau Margaux o la Doña Francisquita de Lluís Pasqual, o completas reescrituras alejadísimas del argumento original, como La marchenera de Javier de Dios, que tenían vida propia.

Difícil tarea la de revivir estas obras, y siempre loable, también cuando los resultados se alejan de las intenciones, como es el caso de The magic opal, raro título de Isaac Albéniz que no se había representado en España desde su estreno, en 1894, en este mismo escenario. Perteneciente a la etapa londinense del compositor catalán y escrita originalmente en inglés, su versión española se ha perdido, por lo que ha contado con nuevas letras y también un nuevo libreto, a cargo de Paco Azorín y Carlos Martos de la Vega. El primero también ejerce de director de escena y escenografía, y justifica este nuevo texto por considerar el original "inconsistente y ñoño". Opinión que contrasta con la del director musical, Guillermo García Calvo, que considera, según se recoge en el programa de mano, que "por su humor e ingenio recuerda a las comedias universales de Shakespeare".

the-magic-opal-2.jpg
"The magic opal", dirigida por Paco Azorín

En cualquier caso, aquella comedia de enredo fantasiosa con diferentes personajes buscando un anillo con el que encontrar el amor verdadero se ha convertido en un juego al que se accede a través de un andén de metro y en el que un narrador llamado Eros XXI anima a una serie de jóvenes a escoger avatar, usar sus armas y emoticonos y encontrar a su media naranja a través de diferentes niveles. Con la esperable escenografía minimalista, un talentoso reparto con el terremoto Fernando Albizu como maestro de ceremonias y las deliciosas canciones de Albéniz podría haberse producido la magia. Pero el montaje, sin llegar al desastre, naufraga.

Tras un prometedor arranque, el libreto pronto se muestra incapaz de conjugar la historia con las canciones: distinguimos intérpretes, pero no personajes; las situaciones son confusas y el humor casi inexistente. La sobredosis de estímulos es constante: vídeos, proyecciones en tiempo real, bailarines y acróbatas conforman un espectáculo hipertrofiado que distrae, más que entretiene, y empequeñece la partitura, a la sombra de tanto ingrediente y acontecimiento.

Apenas un par de números aislados consiguen robar el protagonismo a tal avalancha de elementos: el vals de Lolika y el dúo de la primera y el segundo sí logran hacer esa música disfrutable y permitir al público incluso unos segundos para aplaudir. Es meritoria la labor del reparto en medio del galimatías: Ruth Iniesta, Damián del Castillo y Luis Cansino brillan con sus voces, como acostumbran, y particularmente bella es la ejecución del tenor Santiago Ballerini, pero el espectador se ve tan sobrepasado por la propuesta que más que monumentales artistas acaban pareciendo candidatos intercambiables de una aplicación de ligar como las que aquí se parodian. Respecto a Albizu, podría haber hecho maravillas con parlamentos a la altura de su presencia y su vis cómica, y hasta apunta maneras líricas con su resonante voz, pero esto también deviene en frustración. Lo dicho, un exceso de trucos con escasa magia. Ojalá futuras actualizaciones encuentren el afortunado ópalo en su camino.

Título: "The magic opal"

Director de escena: Paco Azorín

Director musical: Guillermo García Calvo

Dónde: Teatro de la Zarzuela (Jovellanos, 4, Madrid)

Hasta el 10 de abril

En Cultura

    0
    comentarios