
El sistema remotamente tripulado (RPAS) Sirtap está cada vez más cerca de convertirse en una realidad. El Ministerio de Defensa ha dado luz verde esta semana a la Revisión Crítica de Diseño (CDR), un importante hito técnico que confirma la validez de su arquitectura y diseño final. Esta revisión asegura que el diseño ha alcanzado la madurez suficiente para iniciar la fabricación y que cumple con los estrictos requisitos del cliente.
Según ha explicado Airbus España en un comunicado, la Revisión Crítica de Diseño (RCD) tiene como objetivo principal garantizar que todos los componentes del sistema están alineados con las capacidades de fabricación y los principios de diseño. Además, se ha verificado la madurez de los sistemas, subsistemas y equipos, estableciendo las bases para las próximas actividades de validación y verificación que culminarán en la certificación del sistema a finales de 2026.
El RPAS Sirtap es uno de los Programas Especiales de Modernización (PEM) del Ejército del Aire y el Espacio. Se trata de un sistema diseñado para misiones de vigilancia, reconocimiento e inteligencia (ISR, por sus siglas en inglés) en todo tipo de condiciones climáticas, aunque el proyecto incluye dotar a estas aeronaves de capacidad de ataque a suelo en un futuro.
Estos RPAS tienen un tamaño 7,3 metros de largo y una envergadura de 12 metros –de punta a punta de cada ala–, además de una altura de 2,2 metros y un peso de 750 kilos. Es un tipo de aeronave con la que no cuenta en estos momentos el Ejército del Aire y el Espacio, y que están un peldaño por debajo en tamaño y prestaciones que los MQ-9 Predator B que prestan servicio actualmente en Talavera la Real (Badajoz) y que también van a ser armados.
El departamento de Margarita Robles ha lanzado un programa con un coste total de 595 millones. Esto incluye la compra de nueve sistemas (cada uno compuesto por tres RPAS y una estación terrestre), por lo que el número total de aeronaves ascenderá a 27. La gran mayoría de ellas irá a parar al Ejército del Aire, aunque es posible que al menos una termine en el Ejército de Tierra para sustituir a los Searcher MKIII que prestaron en Afganistán.
