Las Fuerzas Armadas españoles se encuentran en pleno proceso de modernización. Tras años con unos presupuestos paupérrimos, que llevaron a los ejércitos a juguetear con la línea roja de la inoperatividad, la presión de la OTAN para que sus socios alcanzasen un 2 por ciento del PIB de inversión en Defensa cambió el paso a la inversión en Defensa. La invasión rusa de Ucrania ha provocado ahora una época de rearme general.
En esta línea, el Ministerio de Defensa tiene ahora mismo en marcha un total de 33 Programas Especiales de Modernización (PEM), algunos de ellos son específicos para un solo ejército y otros son transversales o son para los tres. Unos programas que en su conjunto van a tener un coste de 43.000 millones de euros para las arcas públicas, según ha explicado este lunes la secretario de Estado de Defensa, Amparo Valcarce.
"Nuestro compromiso está en los 33 Programas Especiales de Modernización, que suponen una inversión de 43.000 millones. Son un marco seguro y transparente. Todos ellos tienen su techo de gasto aprobado y suponen para la industria una hoja de ruta segura y confiable", ha explicado durante una jornada dedicada a los retos que afronta la industria de Defensa organizada por la multinacional Ernst & Young (EY).
En una intervención especialmente optimista sobre la inversión destinada a Defensa, Amparo Valcarce ha destacado que la inversión prevista para el año 2024 será del 1,28 por ciento del PIB y que la previsión es que se alcance el 2 por ciento del PIB comprometido en el seno de la OTAN para el año 2029. Ha obviado que ese 1,28 por ciento de inversión sitúa a España como el socio de la Alianza Atlántica que menos invertirá en Defensa este año.
La número dos de Margarita Robles ha explicado que su departamento ha decidido no salir al mercado internacional para comprar los sistemas que necesitan las Fuerzas Armadas, sino que prefieren desarrollarlo en España para promover "una reindustrialización en el país", generar "empleo de alta calidad que revierta en el Estado de Bienestar" y alcanzar "una autonomía estratégica".
"Podríamos tener la tentación de decir que esto se resuelve rápidamente con un plan de adquisiciones, pero vamos a invertir en la industria española, no lo queremos hacer sin la industria española. Sabemos que es un reto para las empresas, pero queremos alcanzar la autonomía estratégica. Las empresas deben tener también la capacidad de absorber la inversión que se está haciendo", ha mantenido.
En esta línea, Amparo Valcarce ha pedido "ambición" a las empresas españolas de Defensa, a las que ha advertido que "deben estar a la altura del actual ciclo inversor" y a las que ha pedido que la gran mayoría de las soluciones tecnológicas que lancen al mercado "deben ser duales, no sólo militares, que también tengan uso civil".