Los programas de adiestramiento de militares ucranianos en suelo europeo son una parte de las ayudas que los países occidentales están proporcionando a Ucrania para defenderse de la invasión rusa que comenzó en febrero de 2022. Se encuentran bajo el paraguas de la Unión Europea, que coordina estos procesos formativos bajo la Misión de Asistencia Militar en Apoyo a Ucrania (EUNAM-UA).
En España comenzaron en septiembre de 2022, casi de forma clandestina, con la llegada de un grupo de militares ucranianos que llegaron para aprender a conducir los blindados M113 TOA y a instruirse en el uso de un tipo de batería antiaérea en el Campo de Maniobras de San Gregorio (Zaragoza). Con el paso de los meses, el número de militares ucranianos comenzó a aumentar de manera exponencial, así como la transparencia informativa sobre la misión.
Dos años después, en septiembre de 2024, dos años después del inicio del adiestramiento de estos militares en suelo español, son ya más de 6.000 militares ucranianos los que han sido formados e instruidos en nuestro país, según datos facilitados por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD) en las últimas horas, en más de un centenar de módulos de más de una veintena de especialidades.
Los módulos de adiestramiento que están impartiendo los formadores españoles forman parte del paquete de peticiones que de forma continuada viene solicitando el Gobierno de Ucrania a los países implicados en estas labores para completar la formación de sus militares, algunos de ellos profesionales, otro reclutas que se han incorporado de manera voluntaria en los últimos dos años para defender a su país del invasor ruso.
El módulo más activo es el denominado Basic Recruit o Curso de Formación Básica, que está destinado a los ucranianos que se incorporan a filas sin haber realizado siquiera el servicio militar en su país. Se forma a los reclutas en instrucción de combate, tiro, combate urbano, primeros auxilios y combate cuerpo a cuerpo no letal. Se desarrolla el Toledo, durante cinco semanas, en jornada de más de 10 horas durante 6,5 días a la semana.
Los formadores del Ejército de Tierra español también han llevado a cabo otros módulos para utilización de obuses 105/14, sistemas de defensa aérea Hawk, Patriot y Nasams, formación de tripulaciones y mecánicos para los carros Leopardo 2A4, atención sanitaria en combate, desminado, conducción y mantenimiento de los M-113 TOA, operaciones de asalto en áreas boscosas o desactivación de artefactos explosivos, entre otros.
En el último año también han entrado a dar formación otros ejércitos. El Ejército del Aire y el Espacio ha dado cursos de Apoyo Aéreo Próximo (CAS, por sus siglas en inglés) o instrucción en el uso baterías de misiles Aspide, donadas por las Fuerzas Armadas españolas a Ucrania. La Armada ha participado con cursos de formación básica, planteamiento de operaciones o desminado subacuático.
El Estado Mayor de Defensa, a través del Mando Conjunto del Ciberespacio, ha impartido módulos de ciberdefensa; mientras que la Guardia Civil también se ha incorporado para dar formación en la lucha contra el terrorismo a las Fuerzas de Seguridad ucranianas, unos cursos que se están celebrando en el Toledo, en las instalaciones de la Academia de Artillería, donde tiene su sede el Toledo Training Coordination Centre (TTCC), el órgano creado por el Ministerio de Defensa para coordinar la formación de los militares ucranianos en nuestro país.