
La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha comparecido este miércoles por la tarde en el Senado para dar explicaciones sobre la gestión que está haciendo su departamento de la devastación que provocaron las inundaciones producidas por la DANA o Gota Fría durante la tarde-noche del pasado 29 de octubre y la madrugada del día 30. Es decir, sobre el despliegue militar que hizo frente a la catástrofe y que ahora ayuda a restablecer la normalidad.
Unos trágicos hechos que, en estos momentos, cuentan oficialmente con 220 fallecidos en las comunidades autónomas de la Comunidad Valenciana, Castilla La Mancha y Andalucía, además de casi una cuarentena de desaparecidos. A esto, se unen miles de vehículos convertidos en chatarra, infraestructuras cortadas o destruidas y miles de viviendas, empresas y centros productivos inservibles.
Robles ha defendido cómo se ha realizado el despliegue militar y ha informado de que los efectivos de la Unidad Militar de Emergencias (UME) estuvieron en prealerta desde varias horas antes de que se activase el nivel 2 de alerta por parte del Gobierno valenciano, por lo que para cuando tuvieron la orden de la Generalidad de empezar a movilizarse –a las 15.30 horas del día 29 de octubre- ya habían enviado un equipo inicial al área de Utiel-Requena.
Es más, ha dicho que a las 15.59 del 29 de octubre, sólo 29 minutos después de la activación de la UME, salió ya desde la base de Bétera (Valencia) un contingente militar de 96 efectivos de este cuerpo para esa zona de Utiel-Requena, que ha insistido en varias ocasiones en que fue la única zona para la que fue requerido un despliegue militar durante las primeras horas de la emergencia.
La responsabilidad es sólo de Mazón
La ministra de Defensa ha explicado que la Generalidad Valenciana no activó el despliegue de la UME en el resto de la provincia hasta las 20.36 horas del 29 de octubre. "Casi cinco horas desde que se solicita la activación de la UME sólo para Utiel-Requena hasta que se activa para toda la provincia", ha insistido la ministra, tratando de cargar toda la responsabilidad en el presidente valenciano, Carlos Mazón, como ya hiciese a los pocos días de la catástrofe.
Robles ha detallado la cronología de la movilización militar desde la primera hora de la mañana del día 29 de octubre y cómo fue evolucionando con el transcurso de los días. Tras lo que ha afirmado que "este despliegue no tiene precedentes" y que "no es una operación militar, sino una operación de emergencias con personal militar", al tiempo que ha dicho que los efectivos militares estarán en la zona hasta que los valencianos lo consideren preciso.
En la línea de críticas contra el presidente valenciano, para hacer ver que los errores en la gestión de la crisis son únicamente del Gobierno Valenciana y en ningún caso del Gobierno central, ha recordado la comida de muchas horas que mantuvo Carlos Mazón con una periodista valenciana para ofrecerle la presidencia de la radio-televisión valenciana, y ha planteado que esa comida evitó que se tomarán en tiempo y forma decisiones valiosas.
También, como ya hicieron otros miembros del Gobierno, se ha amparado en el estado de las autonomías para defender que el Ejecutivo no decretase el nivel 3 de alerta y, con ella, la emergencia de interés nacional, que habría dado el mando único de la situación al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska. "Yo sí creo que en estado autonómico y en el estatuto de Valencia que dice que tiene la competencia exclusiva en emergencias", ha dicho la ministra.
Maniatar a los militares
Una visión muy diferentes han tenido los partidos de la oposición de centro-derecha, que han acusado al Gobierno de Pedro Sánchez y a la ministra Robles de maniatar a los militares y frenar el despliegue de las Fuerzas Armadas en las zonas afectadas de la provincia de Valencia para cargar toda la culpa de la situación sobre el presidente de la Generalidad Valenciana, Carlos Mazón.
"No esperaba mucho de este Gobierno pero sí esperaba algo más de usted. El Gobierno de nuestra nación nos ha abandonado a los valencianos en el momento más difícil y no entendemos por qué. En menos de 24 horas la UME estaba activada en Marruecos. ¿Por qué los valencianos tienen la percepción de que no se ha hecho todo lo adecuado?", ha cuestionado la senadora popular Eva Ortiz Vilella.
"¿Le parece normal que las asociaciones de militares hayan tenido que mandar comunicados a la prensa diciendo que estaban deseosos de salir a ayudar y que el Gobierno no les dejaba? Las Fuerzas Armadas estaban al pie del cañón pero esperaban órdenes que nunca llegaron. No han querido ofrecer toda la capacidad de las FAS ante esta calamidad", ha insistido la senadora popular.
En esta línea, ha recordado a Robles que mintió durante las horas posteriores a la DANA, en plena oleada de saqueos, al decir que la competencia en seguridad ciudadana pertenecía a la Generalidad cuando en realidad depende del Ministerio del Interior, o cuando dijo que los militares ‘no pueden ocuparse de todo’ en alusión a la seguridad ciudadana, cuando sí pueden actuar como agentes de la autoridad en situaciones de emergencia.
"No ha movido un solo dedo"
En parecidos términos se ha expresado también la senadora de Vox, Paloma Gómez Enríquez, que ha recordado cómo Robles se vanagloriaba después de enviar a la UME a Marruecos de que las primeras horas son fundamentales para afrontar una catástrofe y ha acusado a la responsable del Ministerio de Defensa de usar una estrategia para afrontar el desastre de la DANA "a base de parches".
"El Ejército estaba disponible desde el minuto 1, pero se ha encontrado de frente con la política. Ha habido un escaso despliegue de efectivos. Esto es un riego por goteo, les ha faltado un riego por aspersión. Su gobierno no ha querido asumir el control y decretar el nivel 3 de alerta. Debían haberse implicado más, pero eso no les viene bien cuando se trata de catástrofes. Usted ha tardado en usar una herramienta decisiva: el Ejército", ha mantenido.
En esta línea, ha acusado a Robles de ser "un actor pasivo e insignificante", que "no ha movido ni un solo dedo", tras lo que ha recordado que si el Gobierno de Pedro Sánchez hubiera decretado el nivel 3 de alerta se hubiera podido recibir ayuda internacional durante algunas de las horas clave, y ha puesto como ejemplo a Eslovenia, que pidió apoyo a la OTAN por unas inundaciones en el país en el que sólo fallecieron dos personas.
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