
Los cazas F-18 del Ejército del Aire y el Espacio desplegados en Rumanía, donde ayudan a la Fuerza Aérea local a controlar el espacio aéreo del país de la posible amenaza rusa, están realizando diversos ejercicios de interoperatividad con las fuerzas aéreas de otros países aliados en aquellos momentos en los que no tienen que estar en alerta o realizar misiones bajo bandera de la OTAN.
El último ejercicio de este tipo tuvo lugar a finales de la pasada semana, cuando las aeronaves españolas del Destacamento Paznic realizaron una serie de ejercicios aire-aire junto a una Aeronave de Alerta Temprana y Control (AWACS, por sus siglas en inglés) de la Aeronáutica Militare italiana. Exactamente, como un avión Gulfstream G550.
El ejercicio consistió en una serie de simulaciones de combates aire-aire en los que el control de interceptación fue ejercido por controladores que se encontraban a bordo del AWACS italiano.
Fuentes del Estado Mayor de la Defensa han explicado que estos ejercicios son de gran importancia en la configuración de las unidades aéreas como fuerzas expedicionarias, lo que permite que las aeronaves de combate puedan ser controladas en zonas alejadas de sus bases, donde se suelen localizar los centros de vigilancia y control (CRC, por sus siglas en inglés).
De este modo, se prueban las capacidades de integrar los recursos de diferentes fuerzas aéreas aliadas, en este caso Italia y España, para ejecutar misiones sin presencia en tierra de personal capacitado para la dirección de la operación.

