
La Armada española va a quedarse el último semestre de este año sin su buque insignia. El BPE Juan Carlos I estará en dique seco durante prácticamente seis años para afrontar el cambio de su sistema de propulsión, uno de los fundamentales para la navegación de la embarcación, con el objetivo de dotarlo de uno mucho más moderno y eficaz con el que afrontar la segunda parte de su ciclo de vida operativa.
Este cambio permitirá además dejar atrás los problemas que ha venido teniendo el sistema de propulsión que se instaló de origen, que ha obligado a realizar alguna reparación más allá de los previsto, pero que no ha impedido que la joya de la corona de la Armada española haya venido teniendo una intensa agenda durante los últimos años con importantes despliegues en el Océano Atlántico y el Mar Mediterráneo.
El calendario previsto establece que el buque entrará en los astilleros de la empresa pública Navantia en el mes de julio, una vez que ya haya cumplido con su participación en la exhibición aeronaval que tendrá lugar a principios de junio en Las Palmas de Gran Canaria con motivo del Día de las Fuerzas Armadas 2025 y que participe a finales de ese mismo mes en el ejercicio Sinkex 25 en aguas del Océano Atlántico.
La activación de la maquinaria para este cambio, que tendrá lugar en los astilleros de Navantia en la Bahía de Cádiz, se inició en noviembre de 2022, cuando el Consejo de Ministros aprobó una partida de 30 millones de euros para adquirir el sistema de propulsión Azipod Mo 1800 de la empresa suiza ABB (Asea Brown Boveri) y que debe sustituir al actual sistema que pertenece a la empresa alemana Siemens.
La referencia del Consejo de Ministros en aquel momento facilitó muy poca información sobre este cambio del sistema de propulsión, limitándose a explicar, sin entrar en detalles, que "esta es la solución que se ha mostrado más eficaz para asegurar la capacidad operativa más eficiente del buque".
El nuevo sistema de propulsión tenía un proceso de fabricación de aproximadamente 30 meses y la previsión inicial es que estuviera lista para el primer trimestre de este año. ABB, la empresa suiza encargada de su construcción ha cumplido con los plazos de entrega, por lo que se podrá empezar a instalar a partir de julio. La Armada, además, aprovechará esta parada para realizar otras actuaciones de mantenimiento y modernización en el Juan Carlos I.

