El Gobierno español vuelve a tener un problema con los datos de su inversión en Defensa. Las proyecciones de la OTAN para el pasado año 2024 situaban a España como el socio que menor inversión en Defensa iba a realizar ese año de todos los aliados. La predicción era del 1,29 por ciento de su PIB. Una cifra muy lejos de la cifra objetivo del 2 por ciento que todos los países debían alcanzar para cumplir con el objetivo marcado en la cumbre de Cardiff de 2014.
Los datos hechos públicos este jueves por la organización internacional han rebajado incluso esa cifra hasta el 1,24 por ciento, situando claramente a España como el socio que menos invierte. Lo más contundente es que estos datos aparecen sólo 48 horas después de que Pedro Sánchez presentase su plan industrial específico para la Defensa, en el que aseguró que la inversión española en Defensa en 2024 había sido relativamente mayor.
El presidente del Gobierno había dicho que España había dedicado a la inversión en Defensa un 1,40 por ciento de su PIB, con una cifra bruta destinada de algo más de 22.600 millones de euros. Los técnicos de la OTAN han rebajado esa cifra en 16 centésimas porcentajes y bajan la inversión válida hasta los 19.723 millones de euros. La organización internacional ha dejado en evidencia una vez más a Pedro Sánchez en su informe anual.
Los datos de la OTAN no han sentado nada bien en el Ministerio de Defensa. Fuentes del departamento de Margarita Robles han reiterado que la inversión realizada por nuestro país en Defensa en 2024 fue del 1,43 por ciento del PIB y que así lo constata la documentación entregada ayer miércoles a la organización internacional. "Las cifras publicadas hoy obedecen a estimaciones realizadas con muchas anterioridad", añaden.
El documento de la organización también deja claro que hasta 22 países socios han cumplido con el compromiso de Cardiff e invirtieron al menos el 2 por ciento de su PIB en Defensa. La cifra es muy similar a la que se preveía el pasado mes de junio, aunque ligeramente inferior, pues se pronosticó que serían hasta 23 los socios de la organización internacional que iban a cumplir con esa cifra mínima.
Encabezados por Polonia (4,07%) y Estonia (3,41%), los aliados que más invirtieron en función de su PIB, los que cumplieron fueron Letonia (3,29%), Estados Unidos (3,19%), Lituania (3,11%), Grecia (2,99%), Dinamarca (2,35%), Reino Unido (2,33%), Finlandia (2,3%), Rumania (2,26%), Suecia (2,25%), Noruega (2,21%), Hungría (2,13%), Alemania (2,1%), Turquía (2,09%), República Checa (2,08%), Países Bajos (2,06%), Albania (2,04%), Bulgaria (2,04%), Francia (2,03%), Macedonia del Norte (2,00%) y Eslovaquia (2,00%).
El furgón de cola está encabeza por España, con ese 1,24 por ciento del PIB ya mencionado, seguida por otros dos históricos de las últimas posiciones en la OTAN: Bélgica (1,29%) y Luxemburgo (1,30%). El cupo de los cinco países aliados que menos invirtieron en Defensa en el año 2024 se cierra con Eslovenia (1,37%) y Canadá (1,45%).
En lo que respecta a las cifras conjuntas, los socios de la OTAN invirtieron de media un 2,61 por ciento de su PIB en Defensa. Si se tiene en cuenta la suma de Europa y Canadá, sacando de la ecuación a Estados Unidos, la media si situó en el 2,00 por ciento del PIB.
La OTAN también hace público en su análisis otro de sus datos clave para medir la inversión en Defensa. Para valorar si la misma es buena o se está inflando de manera artificial y luego se destina a cosas que no suponen un fortalecimiento de los ejércitos aliados. Se trata de la línea de destinar al menos el 20 por ciento del presupuesto en Defensa en partidas destinadas a nuevos equipamientos armamentísticos.
En este caso los de la Alianza Atlántica son muy positivos, pues cumplen 28 de los 31 aliados que son analizados –no es estudia Islandia porque no tiene Fuerzas Armadas–. Los únicos que no cumplen son Bélgica (15,16%), Canadá (17,85%) y Portugal (19,54%). En este caso, España se sitúa en la decimocuarta posición con un 30,30 por ciento de la inversión destinada a nuevos equipos.
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