
La Feria Internacional de la Defensa y Seguridad (FEINDEF) ha convertido a Madrid durante unos últimos días en el epicentro mundial de la industria de Defensa. Son pocas las grandes multinacionales del sector que no han estado presentes. Más de 120 empresas que provenían de fuera de nuestras fronteras. Más de un centenar de delegaciones internacionales estudiando opciones para modernizar sus ejércitos y cuerpos policiales.
En medio de esa vorágine también ha habido espacio para empresas más familiares. Esas que implican en sus consejos de dirección a padres e hijos, que han ido creciendo con el paso de los años gracias al buen hacer, a presentar productos competitivas en el mercado, y a saber crecer como empresa al ritmo que le marcaban sus clientes. En algunos casos, anteponiéndose incluso a las necesidad de sus clientes para darles rápidamente una solución.
Uno de esos casos en el de la aragonesa Arpa. Una empresa familiar que ha sido referencia durante años en el mundo de la Defensa por sus cocinas de campaña, funcionales en cualquier escenario, y que acompañan en maniobras u otro tipo de escenarios a fuerzas armadas de varios países, entre ellas las españolas. Son unas cocinas versátiles y de fácil montaje que acompañan desde hace años al Ejército de Tierra.
Tan versátiles y fáciles de montar que un par de ellas fueron solicitadas por los servicios de emergencia hace unos meses para dar apoyo en la provincia de Valencia a los pueblos más afectados por la DANA. En sólo dos días, en los momentos más duros de esta tragedia, sirvieron para facilitar comida caliente a unas 80.000 personas, según datos facilitados por la propia empresa.
Pero más allá de sus veteranas cocinas de campaña, Arpa ha sabido crecer yendo por delante de las demandas de sus propios clientes. Ha creado sus propios módulos o shelther y en ellas está sabiendo integrar todo tipo de elementos a petición de sus clientes. Desde un centro de control para el futuro RPAS Sirtap que Airbus prepara para las Fuerzas Armadas hasta un continente para los sistemas antiaéreas Nasams del Ejército de Tierra.
Su versatilidad con estos módulos o shelters también le ha permitido habilitarlos como centro de control de sistemas anti-dron, como plataforma multipropósito para aplicaciones críticas que requieren de protección con certificado Tempest o continente de sistemas de telecomunicaciones complejos como el Thoro, una de las soluciones innovadores que Aicox ha presentado en FEINDEF.
Pero no sólo son válidos para la Defensa. Con estos módulos también se han montado varios hospitales de campaña a demanda del Gobierno de Ucrania, que han sido desplegados en primera línea de combate. O campamentos hospitalarios que han sido envidados a Guatemala. O un contenedor-hospital-quirófano para ser montado en un camión para el conocido médico Diego González Rivas, al que le dejaron el camión con el módulo en Ghana.

