La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha vuelto a justificar este martes el veto que su departamento ha levantado en torno a la compra de cualquier tipo de material militar que provenga de Israel. Un hecho que fue anunciado hace poco más de un mes por su número dos o secretaria de Estado y que fue ratificado posteriormente con la ruptura del contrato de los misiles Spike LR2 para el Ejército de Tierra y la Infantería de Marina.
Una justificación que ha llevado asociada, por primera vez, el reconocimiento de que ese plan de desconexión de la tecnología militar israelí no será inocuo para los intereses españoles, sino que podría conllevar que algunos de los programas de armamento que son clave para la modernización de la Fuerzas Armadas pudieran sufrir unos retrasos temporales que no ha podido o querido cuantificar.
"Nuestro objetivo, y por eso nos hemos pronunciado sobre determinados programas como el SILAM o el Spike, va a ser sustituir tecnología israelí por tecnología española. Probablemente nos retrasemos un poco más en el tiempo, o no (…) Ese es un proceso que evidentemente va a llevar tiempo, pero que somos transparentes y lo estamos haciendo", ha explicado Margarita Robles durante una comparecencia en el Congreso de los Diputados.
Este veto gubernamental a Israel ha sido fuertemente criticado por algunos de los partidos de la oposición, especialmente los de centro-derecha. El diputado del PP Carlos Rojas ha acusado al Gobierno de estar primando "la ideología y las ganas de resistir" a la seguridad nacional. "La tecnología israelí es clave para defendernos", ha censurado, tras lo que ha invitado a la ministra a que abandone el Gobierno presentando su dimisión.
En parecidos términos se ha expresado el diputado de Vox Alberto Asarta: "La paz y la seguridad no se consiguen con pancartas y eslóganes, eso es demagogia. La seguridad se consigue con industria, tecnología y unas Fuerzas Armadas bien preparadas". Tras ello, el general de División retirado del Ejército de Tierra ha asegurado que el veto a Israel "debilita nuestra seguridad" y ha acusado al Gobierno de tener un "sesgo antisemita".
La comparecencia de la ministra de Defensa se ha producido a petición de los propios socios de extrema izquierda del Gobierno, que querían que explicase si es verdad o no que se han producido los 88 envíos de armamento que denunció el Centro de Estudios por la Paz DELAS con el objetivo de armar Israel para que pueda combatir en Gaza a los terroristas de Hamás que atentaron contra su país en octubre de 2023.
Margarita Robles ha explicado que su Gobierno no ha realizado exportaciones de armas ni de material de doble uso a Israel desde que se cometieron los atentados y como contraposición a los mismos se inició la ofensiva israelí sobre Gaza. "Lo que se ha enviado a Israel han sido exportaciones temporales con la única finalidad de reparar materiales que eran usados por las Fuerzas Armadas desde hacía muchísimos años y que requerían de su reparación", ha dicho.
Pese a este supuesto argumento, ha aprovechado para ponerse de perfil y culpar de cualquier tipo de posible exportación al Ministerio de Economía, Comercio y Empresa. "Todo tipo de exportación de este tipo de material está sometida a la correspondiente autorización administrativa por parte de la Secretaría de Estado de Comercio Exterior", ha comenzado a explicar la ministra.
"Una autorización que, con carácter previo, preceptivo y vinculante, ha de ser informada por la Junta Interministerial Reguladora del Comercio Exterior de Material de Defensa y Doble Uso (JINDU). Más allá de la participación del Ministerio de Defensa con un vocal en dicha Junta, las autorizaciones de exportación de material de defensa y de doble uso no corresponden al Ministerio de Defensa", ha añadido Robles.