
Francia le ha dicho a Alemania que quiere contar con una participación de "alrededor del 80" en el avión de combate conjunto franco-alemán FCAS, según la información de una fuente de la industria francesa de defensa a la que ha tenido acceso Reuters.
El Future Combat Air System (FCAS) es una iniciativa impulsada por Francia, Alemania y España junto a las empresas Airbus, Indra y Dassault Aviation como coordinadores industriales nacionales.
"En un contexto de creciente inestabilidad mundial, el objetivo del proyecto no es otro que diseñar un sistema de defensa aérea que proteja a Europa al tiempo que refuerza su autonomía estratégica y soberanía tecnológica", señalaba la nota de prensa de Airbus del año 2023.
El FCAS es un proyecto que, a parte de contemplar el desarrollo de un caza avanzado, promueve un sistema para la conexión de múltiples plataformas aéreas "desde drones hasta aviones cisterna, en una red que optimizará la recopilación, procesamiento y distribución de información en tiempo real", según la información del Ejército del Aire y del Espacio.
El proyecto cuenta con un volumen estimados de más de 100.000 millones de euros y se ha visto afectado por retrasos y luchas internas sobre la manera de repartir las tareas y los derechos de propiedad intelectual entre Francia y Alemania, según Reuters.
Dassault Aviation
La información de Reuters va en línea con un artículo del portal alemán Hartpunkt en el que se señala que el Ministerio de Defensa de Alemania habría sido informado de que Francia esta buscando una participación del 80% en el proyecto de un nuevo avión de combate.
Hartpunkt menciona que, según informes, las disputas dentro del consorcio del FCAS ya ha provocado que las ofertas para la Fase 2 del proyecto aún no se hayan finalizado. Esta fase tiene previsto la construcción de demostradores con capacidad de vuelo.
El portal alemán hace referencia también a que el director general de Dassault Aviation, Eric Trappier, ha señalado en "repetidas ocasiones" que la capacidad de su empresa les permite construir un nuevo avión de combate sin la necesidad de apoyo externo. De igual manera, el diario señala que Trapppier "no está satisfecho" con la asignación de responsabilidades en el proyecto FCAS. Estas exigencias podrían suponer un cambio en la participación que tiene cada país en el proyecto, teniendo en cuenta que los tres países involucrados aportan un 33% al FCAS.


