La maniobra inesperada de un caza F-18 asusta a los espectadores del Festival Aéreo de Gijón

El Festival Aéreo se consolida, una vez más, como uno de los grandes reclamos turísticos y culturales del verano asturiano, dejando en Gijón un fin de semana para el recuerdo. Aviones, helicópteros y paracaidistas protagonizaron una exhibición que ya suma 19 ediciones y que pudo disfrutarse desde la playa de San Lorenzo y sus alrededores.

Más de 300.000 personas siguieron con emoción las acrobacias de las aeronaves y los saltos de paracaidistas que pintaron el cielo gijonés. Desde el viernes, la ciudad vivió un ambiente festivo, con calles abarrotadas, y una gran acogida a los pilotos, tanto por parte de vecinos como de turistas. Además de los ensayos y las exhibiciones, muchos aprovecharon para vivir su propia experiencia aérea gracias al simulador del Airbus A400M instalado en la colegiata San Juan Bautista.

Durante más de tres horas, los asistentes disfrutaron de maniobras espectaculares a cargo de las aeronaves del Ejército del Aire y del Espacio, la Armada y la Guardia Civil. Uno de los momentos más emocionantes fue el descenso de los paracaidistas con las banderas de España y Gijón, que arrancaron los mayores aplausos del público congregado.

En el Festival Aéreo de Gijón participaron seis helicópteros Eurocopter EC120 Colibrí de la patrulla ASPA, con base en Granada, así como 18 aviadores —entre pilotos y paracaidistas— de la PAPEA, la patrulla acrobática del Ejército del Aire. Entre las aeronaves más esperadas destacaron el caza C-15 (F-18 Hornet), el C-16 Eurofighter Typhoon y un helicóptero SH-60 de la Armada. También hubo espacio para la historia con la exhibición del Hispano Aviación HA-200 Saeta, el primer avión a reacción español. Además, sobrevolaron la bahía los ultraligeros del aeródromo de La Morgal, aeronaves de Bomberos de Asturias, Salvamento Marítimo y la Guardia Civil, que incluyó un avión CN-235, su grupo de helicópteros y unidades paracaidistas especializadas.

¿Susto o espectáculo?

El momento más comentado de la jornada llegó cuando un caza F-18 del Ejército del Aire español ejecutó una maniobra inesperada a muy baja altitud que puso a todo el público en vilo.

Las redes sociales comenzaron a debatir si se trataba de una maniobra premeditada o una recuperación de último segundo por parte del piloto. "Parece que solo funciona uno de los motores", comentaban algunos usuarios.

Finalmente, el avión logró recuperar altura justo a tiempo. Las imágenes del momento, ya virales, son tan impactantes como emocionantes.

A raíz de esta escena, muchos asistentes destacaron la espectacularidad del momento, pero también reclamaron una mayor seguridad en este tipo de exhibiciones, a pesar de que no se produjo ningún incidente.

Sin embargo, quienes sostienen que se trató de un error apuntan a una posible causa concreta, aseguran que el piloto habría detectado una bandada de pájaros y realizó la arriesgada maniobra para esquivarlos, lo que explicaría el brusco descenso y la posterior recuperación in extremis del control de la aeronave.

Lo cierto es que el Festival Aéreo fue todo un espectáculo que disfrutaron asistentes y pilotos.