
El Campo de Maniobras y Tiro de Médano del Loro, en Huelva, está siendo el escenario de unas maniobras atípicas, pero que pueden convertirse en algo habitual en los próximos años. Fuerzas Armadas, Policía Nacional y Guardia Civil participan en el primer ejercicio conjunto para frenar la amenaza de los drones. Una experiencia bajo la dirección del Regimiento de Artillería Antiaérea nº 71 del Ejército de Tierra y supervisada por el Estado Mayor de la Defensa (EMAD).
En este contexto, la multinacional española Indra ha mostrado sobre el terreno que dispone de unas de las soluciones más avanzadas para detectar, identificar y neutralizar ataques de este tipo de aeronaves remotamente tripuladas. La compañía ha desplegado sus sistemas terrestres y navales, integrando sensores, radares y capacidades de guerra electrónica en una demostración coordinada con las Fuerzas Armadas.
El ejercicio ha permitido evaluar la eficacia de los sistemas disponibles frente a amenazas aéreas y probar los desarrollos tecnológicos en los que trabaja la industria española de Defensa. Indra ha destacado al desplegar capacidades tanto en el componente naval como terrestre, demostrando la interoperabilidad de sus soluciones y su grado de madurez tecnológica frente a ataques con drones, que se han convertido en una amenaza en relevancia en los últimos años.
En el ámbito naval, Indra ha operado su sistema antidrón Crow, equipado con radares y sistemas de defensa electrónica, encargado de captar y compartir datos críticos. Esta información se ha integrado con la recopilada por los sistemas terrestres mediante el sistema de mando y control desarrollado por la compañía, que ha coordinado en tiempo real la detección y respuesta frente a las amenazas simuladas.
En tierra, la compañía ha presentado su sistema antidrón Aracne, desarrollado junto a Escribano EM&E y cuya entrega al Ejército de Tierra está prevista para este año. El sistema de mando y control ha demostrado una alta capacidad de fusión de datos de múltiples sensores y precisión en la identificación de amenazas, seleccionando automáticamente la respuesta más efectiva según el tipo y comportamiento del dron enemigo.
Entre los sensores empleados ha destacado el radar Nemus, un radar AESA compacto diseñado por Indra para operaciones tácticas antidrón. Este equipo, junto al resto de sistemas desplegados, forma parte de la arquitectura modular de defensa aérea que la compañía está consolidando como una de las más avanzadas de Europa, capaz de integrarse en escenarios complejos y con alto nivel de exigencia operativa.
