L D (EFE)
"Ayer estuvimos hablando con Piterman durante mucho tiempo y, tras una conversación agradable en la que todos pusimos nuestras cartas sobre la mesa, ambas partes decidimos que no siguiéramos en el equipo", decía Preciado. La reunión con Dimitri Piterman, empresario ucraniano nacionalizado estadounidense que la semana pasada compró un paquete de acciones del 24,6 por ciento en una operación que el viernes le llevó a la presidencia del Racing, concluyó con la destitución no sólo de Preciado, sino también del director deportivo del club, Quique Setién (también presente en la reunión), el segundo entrenador, Raúl Ruiz; el preparador físico, Felipe Lucio; y el entrenador de porteros, Pedro Alba.
"Todos pusimos las cartas sobre la mesa sobre lo que para nosotros es un equipo de fútbol y hay cosas que tanto para él (Piterman), como para mí son innegociables y a partir de ahí lo mejor era buscar una solución", señalaba Preciado. "No sé si Piterman quería el dominio absoluto pero se puede decir que es así", decía Preciado, para quien la intención de Piterman de querer intervenir en las decisiones técnicas es la razón que ha llevado a los técnicos la destitución. En este sentido, agregaba que "como entrenador creo tener claro cual es mi parcela y eso es innegociable", pero, tras considerar que Piterman es un "personaje sincero que personalmente me ha dado una imagen fenomenal", opinaba que "puede ser un hombre válido y hay que darle tiempo".
"Estoy triste", reconoce Preciado, quien subrayaba: "Hemos trabajado como animales para llevar esto a buen puerto, con un sentimiento y cariño al club a prueba de bomba" y apuntaba que pese a no haber llegado a un entendimiento con Piterman "esto no supone acritud". Además, afirmaba que "el fútbol no se acaba aquí, la vida tampoco y hay que seguir adelante, pero agregó que "aunque entrene a partir de ahora treinta años, ésta será la decisión más dolorosa".
"Todos pusimos las cartas sobre la mesa sobre lo que para nosotros es un equipo de fútbol y hay cosas que tanto para él (Piterman), como para mí son innegociables y a partir de ahí lo mejor era buscar una solución", señalaba Preciado. "No sé si Piterman quería el dominio absoluto pero se puede decir que es así", decía Preciado, para quien la intención de Piterman de querer intervenir en las decisiones técnicas es la razón que ha llevado a los técnicos la destitución. En este sentido, agregaba que "como entrenador creo tener claro cual es mi parcela y eso es innegociable", pero, tras considerar que Piterman es un "personaje sincero que personalmente me ha dado una imagen fenomenal", opinaba que "puede ser un hombre válido y hay que darle tiempo".
"Estoy triste", reconoce Preciado, quien subrayaba: "Hemos trabajado como animales para llevar esto a buen puerto, con un sentimiento y cariño al club a prueba de bomba" y apuntaba que pese a no haber llegado a un entendimiento con Piterman "esto no supone acritud". Además, afirmaba que "el fútbol no se acaba aquí, la vida tampoco y hay que seguir adelante, pero agregó que "aunque entrene a partir de ahora treinta años, ésta será la decisión más dolorosa".