Pep Guardiola continúa con su discurso suave en la previa del partido de semifinales ante el Real Madrid. Únicamente subió el tono antes del partido de ida, pero rápidamente, tras ganar en el Bernabéu evitó cualquier confrontación con el Real Madrid o con Mourinho.
En la sala de prensa del Camp Nou ha querido defender a sus futbolistas, "un ejemplo de honestidad", de la denuncia del Real Madrid a la UEFA por conducta antideportiva, ya que en el Barcelona "se inculcan unos valores desde pequeños".
Guardiola, que ya está "cansado" de esta serie de tres clásicos y "aliviado" de que "todo acabe ya", por el ruido mediático y toda la agresividad que han generado en el entorno estos partidos ha comentado la denuncia del Real Madrid y la desestimación de la misma por parte de la UEFA. "Pueden presentar las denuncias y alegaciones que quieran. Al final no pueden decidir quién puede y no puede jugar. Eso lo decide la UEFA", ha recordado Guardiola, quien no entiende como el club madrileño ha podido acusar a sus jugadores de conducta antideportiva.
"La realidad es que de los veinte jugadores que he convocado, catorce son de la casa, y en esta casa se les inculcan unos valores desde muy pequeños. El entrenador del Real Madrid ha estado cinco años en esta casa y sabe los valores que enseñamos", ha argumentado.
"Será un partido durísimo"
En lo estrictamente deportivo, Guardiola está convencido de que las palabras derrotistas de Mourinho y Karanka no son más que una estrategia del conjunto blanco, "que saldrá con once jugadores extraordinarios guiados por un entrenador muy competitivo".
El técnico de Santpedor (Barcelona) prevé "un partido durísimo mental y futbolísticamente" y ha adelantado que sus hombres vivirán "momentos de mucha angustia" que superarán con la ayuda de la afición: "El estadio no nos dejará solos. Donde nosotros no lleguemos, llegarán ellos. Nos ayudarán a dar un paso más".
Tener el control del balón, "moverlo muy rápido" y ser ambiciosos, son algunas de las claves que ha apuntado Guardiola para sellar su pase a la final de Wembley. "Ellos vendrán con el papel de que todo lo que hagan de más será bienvenido, y en cambio, lo que hagamos nosotros de menos será un problema. Si salimos a aguantar el 0-2, no tenemos nada que hacer", ha advertido.
Lo del Barcelona, "una proeza"
Por último ha vuelto a hablar de cuestiones puramente deportivas para sacar pecho por el rendimiento que tenido una plantilla corta, elegida por él, y mermada por las lesiones. "Tal como ha ido el año, es una proeza absoluta estar a cuatro puntos de ser campeones de Liga y llegar por cuarto año consecutivo a las semifinales de Champions con equipos tan extraordinarios como el Real madrid", ha sentenciado, informa Efe.
Ha negado que el equipo le deba una Liga de Campeones a la afición tal como él mismo dijo el año pasado tras no clasificarse para la final del Bernabéu al caer en semifinales ante el Inter. "La afición ya ha olvidado estas promesas que no llevan a ninguna parte. Además, no sé quién lo dijo, y ya les hemos devuelto con grandísimos partidos este año en el Camp Nou lo que le teníamos que devolver", ha ironizado.