José Mourinho comienza a pensar en variantes tácticas y cambios para el partido del sábado en el Camp Nou. Después de un día de descanso en el que los jugadores del Real Madrid han tratado de digerir la primera derrota europea de la temporada, en la ida de semifinales de Liga de Campeones en el Allianz Arena ante el Bayern de Múnich (2-1), la plantilla madridista ya tiene la mente puesta en el Barcelona.
En la primera sesión de entrenamiento con vistas al clásico, Mourinho cuidó a los titulares, a los que no va a desgastar antes del partido, y les preparó una suave sesión de recuperación, con estiramientos y carrera continua. De esta forma los futbolistas que jugaron en Múnich -Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrao, Khedira, Xabi Alonso, Özil, Di María, Cristiano Ronaldo y Benzema- se ejercitaron a muy bajo ritmo junto a Rui Faria, ayudante de Mourinho.
Con más intensidad se ejercitaron el resto de futbolistas de la primera plantilla, sin ningún lesionado en la enfermería y con Mourinho manejando todas sus opciones para confeccionar un once. Maneja varios cambios el técnico portugués, que ve a futbolistas con menos chispa de la habitual, como el alemán Mesut Özil, que puede dejar su puesto al brasileño Kaká, o el argentino Ángel Di María, que podría hacer lo mismo con José Callejón.
En defensa la opción de cambio pasa por el lateral izquierdo, con el brasileño Marcelo con opciones de recuperar su puesto, aunque el hecho de que la crítica por el segundo gol del Bayern se haya centrado en el portugués Fabio Coentrao, puede conducir a Mourinho a mantener la confianza en su compatriota.
Los cambios y la posibilidad de pasar a un sistema con trivote en el centro del campo -o "triángulo de presión alta", como lo define Mourinho- los decidirá Mourinho este viernes en el último entrenamiento antes de viajar a Barcelona. De nuevo será a partir de las 11.00 horas en la ciudad deportiva de Valdebebas.