
Carlo Ancelotti no da puntada sin hilo. Su reivindicación en la previa del duelo ante el Chelsea, parando al jefe de prensa que daba la comparecencia del italiano por terminada, para afirmar que su equipo está muy trabajado y que la clave de su éxito no es solo la buena gestión de un grupo que como bien dice el italiano se lleva solo, sorprendieron a algunos. Sus palabras esconden una razón evidente. El técnico italiano lleva tiempo algo mustio, enfadado y con un semblante más serio de lo normal en las ruedas de prensa. Es otro Ancelotti con respecto a la pasada temporada. El motivo es simple: el fuego amigo.
Como ha podido saber Libertad Digital, en la cúpula directiva del Real Madrid y en la dirección deportiva esta temporada se han puesto en duda muchas decisiones de Carletto. Se considera que el equipo no está trabajado tácticamente en algunos aspectos como la presión o el ataque posicional donde el juego del Madrid se reduce a buscar a Vinicíus o balones largos para Fede Valverde.
El Madrid no ha tenido -ni tiene- nada claro que Carlo Ancelotti deba seguir la próxima temporada. En la Liga se considera que un equipo como el Barcelona actual no te puede sacar 13 puntos. Maurizio Pochettino y Xabi Alonso señalados en rojo como favoritos para ocupar el banquillo merengue la próxima temporada. Pero el italiano, con más vidas que un gato, se resiste a que le den por muerto. La goleada, con baño incluido, al Barcelona en el Camp Nou en la vuelta de las semifinales de la Copa del Rey y el enorme partido que firmó el Real Madrid en la ida de los cuartos de Champions este miércoles ante el Chelsea, en una exhibición colectiva, reavivan a un Ancelotti al que es normal verle sonreír cuando habla de la oferta de la federación brasileña para entrenar a la Canarinha. Siente que Brasil sí le valora, mientras en el Madrid ha estado discutido, mucho más de lo que se puedan imaginar.
A base de exhibiciones Carlo no solo se reivindica en sala de prensa, también lo hace en el campo.
