
El Real Madrid se impuso por la mínima al Olympique de Marsella (2-1) en el estreno de la Champions League en el Santiago Bernabéu. Fue el debut de Xabi Alonso como entrenador en la máxima competición continental y un duelo que dejó pinceladas más que interesantes en lo táctico, muchas de ellas positivas.
Gran trabajo de análisis del rival
Xabi Alonso tenía bien estudiado como podía hacer daño su equipo al Marsella. Los conjuntos de De Zerbi se caracterizan por salir siempre jugando desde atrás y el Madrid con la presión alta desde el inicio generó numerosos problemas a su rival.
Presión alta de quilates
El Madrid de Ancelotti jamás fue capaz de ejecutar con acierto una presión adelantada. De salida el conjunto merengue cortocircuitó al Marsella con una gran presión que provocó numerosos robos en campo contrario y una cascada de ocasiones. Fue una presión muy bien ejecutada por todo el equipo. El colectivo , en la primera media hora, funcionó como un reloj suizo con mucha intensidad y orden táctico. Líneas muy juntas y movimientos muy trabajados. Un equipo reconocible que hizo que Rulli, portero del Marsella, se tuviera que emplear a fondo en los primeros 45 minutos realizando hasta 10 paradas.
Primera parte de un ritmo frenético
El ritmo que le imprimió el Madrid al partido en la primera parte fue burbujeante. Circulación de balón altísima, con llegadas constantes, un juego muy vertical que hizo que los merengues acumularan numerosas ocasiones.
Automatismos en ataque posicional
Carreras y Carvajal se meten por dentro y dejan los costados muy abiertos para Rodrygo y Mastantuono. Importancia capital de Huijsen a la hora de sacar el balón -rompiendo líneas a través del pase o en conducción-, Tchouaméni como ancla barriendo todo lo que pasa a su alrededor y por delante Valverde y un Güler que para el entrenador tolosarra es clave para acelerar el juego, movilidad constante de los tres de arriba, con Mbappé como punta móvil y Rodrygo y Mastantuono buscando tanto la amplitud y el uno contra uno como la asociación y desordenar la defensa rival con movilidad constante. Poco a poco el Madrid de Xabi Alonso ataca mejor con balón gracias a los automatismos que va implantado el comandante vasco.
El Madrid sigue en construcción. El cambio táctico con respecto a la temporada pasada es grande por lo que es normal que aún haya cosas que ajustar y mejorar. Algunas de ellas se pudieron ver en el partido ante el Marsella.
Errores imperdonables en salida de balón
El gol del Marsella viene de un error en la entrega de Huijsen a un Güler que pierde demasiado fácil el balón con su equipo saliendo lo que genera una contra de libro que el Marsella aprovecha a la perfección.
La espalda de los centrales
Cuando el Marsella buscó jugar directo el Madrid sufrió en ocasiones a la espalda de los centrales. Militao aún está cogiendo tono después de recuperarse de su segunda lesión grave de rodilla y Huijsen sufre a la hora de corregir girándose. El Madrid debe mejorar en este aspecto o su gran presión adelantada será vulnerable al quedar el equipo demasiado expuesto.
Segunda parte la energía disminuyó
El Madrid firmó una segunda parte mucho más pobre. El nivel de intensidad bajó -lógico por el esfuerzo físico realizado en la primera mitad- y el Marsella vivió mucho más tranquilo. Los de Xabi Alonso necesitan seguir trabajando para no tener estas lagunas de rendimiento en tramos de partido tan prolongados.
Sorprendente falta de intervención
Xabi Alonso, además de haber demostrado tanto en el filial de la Real como en el Bayer Leverkusen hacer gala de una gran riqueza táctica, mostró su talento para ser considerado un técnico intervencionista, capaz de influir en el desarrollo de un partido con los cambios. Ante el Marsella sorprendió que no agotara las sustituciones tras la mala segunda parte de su equipo y por encima de todo que no fuese capaz de revertir el cambio de guión tras el descanso.
A pesar de la mala segunda parte, el Madrid consiguió llevarse un partido que se complicó con la expulsión de Carvajal y que debió dejar resuelto mucho antes y es que ojo al dato: 28 tiros,15 de ellos a puerta.
Luces y sombras en el estreno de Xabi Alonso en Champions como entrenador del Real Madrid, pero la sensación de que mientras el Madrid es competitivo -cinco victorias en cinco partidos-, el técnico vasco está construyendo un equipo reconocible, con riqueza táctica donde el colectivo prima por encima de las individualidades.
