Mino Raiola moría el pasado 30 de abril tras no superar una grave enfermedad que afectaba a sus pulmones. Raiola, dueño de uno de los mayores imperios en cuanto a representación de futbolistas se refiere, deja un vacío enorme.
Irónico, bonachón y amigo de sus amigos, pero implacable cuando entraba en un despacho y se ponía a negociar. Defendía a sus representados como si de sus hijos se tratara. Este verano muchos de sus principales espadas se juegan su futuro. Entre ellos su cliente de más valor, Erling Haaland. Pogba deberá firmar su nuevo contrato, parece que cambiará el United por el PSG, o De Light que no está del todo cómodo en la Juventus.
¿Quién hereda todo este imperio?
La abogada brasileña Rafaela Pimenta, una ex profesora de Derecho Internacional, es la que toma las riendas. A sus 40 años, trabajó junto a Mino más de 20 y en los últimos tiempos fue la encargada de negociar los principales asuntos de la agencia de representación. Pimenta, sin ir más lejos, ya se sentó con Juni Calafat, que viajó a Mónaco en representación del Real Madrid, para hablar sobre Haaland el pasado mes de febrero. Rafaela vive en Monaco, donde está la sede de la compañía, no usa redes sociales, es muy discreta y habla ocho idiomas.
Por debajo de Pimenta queda el primo de Mino, Vincenzo Raiola, que es el encargado de llevar los asuntos de los futbolistas del Calcio.
Otro miembro importante de la agencia de representación es José Fortes, un emigrante español que vive en Ámsterdam y que es el hombre fuerte en cuanto a captación se refiere.
Según Forbes, Raiola tenía un patrimonio neto estimado de 84,7 millones de dólares. El representante se encontraba entre los cinco agentes deportivos más poderosos de todo el mundo y obtenía el dinero gracias a las comisiones de las negociaciones de fichajes. Durante su carrera, ha negociado más de 847,7 millones de dólares en contratos.