Confesiones visiblemente emocionado. Gerard Piqué, el empresario y exjugador del FC Barcelona, ha acudido esta mañana de viernes al Juzgado de Primera Instancia e Instrucción Nº4 de Majadahonda para declarar como investigado por el caso de la Supercopa. Tanto a su llegada como a la salida, ha evitado pronunciarse ante los medios de comunicación allí presentes.
El motivo por el que Piqué está siendo investigado es su presunta intervención en el contrato entre la RFEF y la entidad saudí SELA Sport Company que llevó la Supercopa a Arabia Saudí y por el que se pactó una prima de éxito de 4 millones anuales para su empresa, Kosmos, que ejerció como "tercera parte". La cifra se fue abonando a una cuenta de la propia empresa que la juez ya bloqueó el pasado mes de abril en el marco de la investigación.
En su declaración ante la juez, Piqué ha defendido, entre lágrimas, que las comisiones que recibió por parte de la empresa pública saudí SELA por formar parte de la negociación son legales. Además, ha negado haber recibido comisiones por parte de la Real Federación Española de Fútbol. Durante las casi dos horas de intervención, el empresario ha respondido a la juez, el fiscal y el abogado y ha asegurado sentirse orgulloso de haber conseguido el que considera el mejor contrato de la RFEF.
El exjugador ha comparecido un día después de presentar 15 facturas por sus servicios de "intermediación", así como comprobantes bancarios y una cadena de correos electrónicos. En total, la suma del dinero asciende a 12 millones de euros, 800.000 euros cada una, y fueron emitidas por su empresa Kosmos a la Federación de Fútbol de Arabia Saudí (SAAF) desde 2022 hasta 2025 por, como se ha dicho antes, sus servicios de "intermediación" y "asesoría".
Un injusticia
Asimismo, Piqué ha manifestado que en un principio el acuerdo con SELA Sport Company fue verbal, "un pacto de caballeros". Una vez consolidada la negociación fue cuando habló con la empresa pública saudí para cerrar la posición de Kosmos y entablaron conversaciones con la RFEF para conseguir protección en el contrato a través de la cláusula que los saudíes finalmente admitieron. Cabe recordar que, en aquellos momentos, Piqué era jugador activo del FC Barcelona, equipo que participaba en la competición.
En sus últimas intervenciones el exfutbolista y empresario también ha admitido que tuvo problemas para cobrar y que pidió ayuda a Rubiales para solucionarlo. Creo que fue entonces cuando el expresidente de la RFEF habló con los saudíes. Antes de abandonar la sala, Piqué ha expuesto que le parece una injusticia estar involucrado en esta causa desde más de un año.
Por parte de la RFEF, dentro de este contrato se acordaron 40 millones anuales durante seis años. Esta causa incluye presuntos delitos de corrupción en los negocios, administración desleal y blanqueo de capitales. Hasta el momento, también han declarado como imputados Luis Rubiales y Pedro Rocha, expresidentes de la RFEF, Tomás González, asesor jurídico externo de la Federación Española y Ángel González Segura.