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La increíble historia del Hakoah, el equipo que surgió como respuesta al antisemitismo y terminó campeón de Liga

En mayo de 1925 un equipo de fútbol creado para rebelarse contra la opresión a la que eran sometidos los judíos lograba proclamarse campeón en Austria

En mayo de 1925 un equipo de fútbol creado para rebelarse contra la opresión a la que eran sometidos los judíos lograba proclamarse campeón en Austria
El Hakoah Viena campeón en 1925 | Hakoah Viena

Un siglo se cumple de una proeza histórica en el mundo del fútbol. Un equipo creado como refugio, como respuesta social, como defensor de los derechos y de la igualdad, se hacía con un título de liga. No uno cualquiera: el campeonato nacional de Austria, en unos años en los que el fútbol austriaco era uno de los máximos exponentes futbolísticos del mundo.

Es la historia del Hakoah, la fuerza contra la opresión antisemita.

Sus orígenes se remontan a 1909, cuando nace en Viena una sociedad deportiva, Sport Club Hakoah Wien, que practica atletismo, esgrima, hockey sobre hierba, lucha, natación y, por supuesto, fútbol.

El nombre no es escogido al azar. Hakoah significa 'Fuerza' en hebreo. Y es que el equipo surgía como respuesta a la opresión y rechazo que sufrían los judíos en el país desde finales del siglo anterior.

Con esa premisa dan forma al club el escritor Franz Löhner (quien perdería la vida el 4 de diciembre de 1942 en Auschwitz) y el dentista Ignaz Körner. Trataban de usar el deporte, especialmente el fútbol, como herramienta de integración, igualdad, y lucha frente al antisemitismo.

La indumentaria tampoco es al azar. Camiseta blanca con motivos azules, la letra H en grande, y la Estrella de David en el pecho.

Un equipo campeón

El equipo de fútbol crece a pasos agigantados. Incorpora a los mejores futbolistas de origen hebreo de todo el país y de Hungría. Recordemos, por aquellos años dos de las principales potencias futbolísticas del planeta. Y lo hace precisamente con uno de los blancos fáciles que argumentaban sus enemigos de manera recurrente: el dinero que manejan los judíos.

Porque el Hakoah ficha pagando. Pagando mucho. Algo totalmente novedoso en el mundo del fútbol. Todos quieren jugar ahí, y todos los judíos se sienten de inmediato identificados con aquel equipo que representa sus valores, su historia, y su lucha.

En 1922 termina segundo en la liga austriaca. Una hazaña impensable unos años atrás. En 1923 dejará otra marca para la historia: en un encuentro disputado en Londres, se impone 0 a 5 al West Ham Inglés. Se trata del primer equipo de la Eurocopa Continental que vence a un equipo británico en su territorio.

Pero el gran momento del Hakoah llega en mayo de 1925. Con Béla Guttman como principal estrella, se proclama campeón de liga en la penúltima jornada. El equipo de los judíos es el mejor del país. En un momento en que el antisionismo está en auge. Una respuesta contra todos. Una rebelión contra una situación que de cada vez va a más.

Pero también la fama del Hakoah va a más. A mucho más.

En 1926 es invitado a dar una gira por América. Todos quieren verlo. Jugar contra ellos. Desde Estados Unidos a Argentina, disputará partidos por todo el continente. Partidos que llegan a congregar hasta 46.000 espectadores.

El principio del fin

Pero aquella entusiasta gira significará el final del equipo. Porque mientras los futbolistas gozaban de su fama por toda América, en Europa las ideas antisemitas se multiplican. Y se extienden. Y se recrudecen. Por eso, varios de los futbolistas del Hakoah, deciden no regresar.

Hasta nueve jugadores se quedan en Nueva York, donde darán lugar al New York Hakoah. Entre ellos Bela Guttman. Otros se quedarán en Sudamérica. Y el equipo regresa muy mermado. Tanto, que en la temporada 27-28, sólo tres años después del histórico título de liga, desciende a segunda división. Sube a la primera oportunidad, pero al año siguiente vuelve a descender.

El golpe de gracia llegará en 1938. Tras el Anschluss, el equipo es aniquilado. Ya no jugará nunca más. Ya no existe. Y, de hecho, nunca existió. Porque el título logrado en 1925 es borrado. Cancelado. Los trofeos del club son confiscados. Y su estadio, el Prater Park, secuestrado y utilizado por los nazis para sus propósitos.

Muchos de los futbolistas que aún restaban en el equipo serían llevados al campo de concentración de Theresienstadt, donde terminarían falleciendo. A excepción de Ignaz Feldmann, quien salvó la vida por los designios de la diosa fortuna.

El Hakoah, por tanto, desaparece. Pero no su recuerdo. Tal es así que en el año 2000 se recupera su estructura, con varias de sus secciones deportivas, y su historia. El equipo de fútbol, hoy denominado Maccabi Viena, juega en las categorías inferiores del fútbol austriaco. Siempre con la Estrella de David en el pecho de la camiseta. Siempre con la fuerza contra el antisemitismo por bandera.

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