
Josko Gvardiol, internacional con Croacia, ha aprovechado sus vacaciones para vivir una experiencia diferente al resto de futbolistas. El defensa del Manchester City ha estado entrenando con el grupo de Commando Squad 9, un simulador de las fuerzas especiales croata que transforma videojuegos de guerra en situaciones de peligro reales. Además, ha visitado la casa donde vivió Luka Modric durante su infancia, ahora destruida por los efectos de la guerra en Zadar.
La Commando Squad 9, a la que se ha unido Gvardiol durante varios días, es una unidad que recrea los entrenamientos de élite inspirados en las fuerzas especiales de Croacia. Esta experiencia combina ejercicios tácticos, simulaciones de combate y escenarios de riesgo, tomando como referencia videojuegos bélicos llevados al entorno físico real: "Es la transformación de un videojuego táctico en realidad – todas las réplicas de airsoft –, y con estos profesionales, me sentí 100% seguro", ha explicado el citizen en su cuenta de redes sociales.
Además, ha mostrado su gratitud al poder realizar esta experiencia: "Siempre he querido saber qué se siente al formar parte de un equipo de fuerzas especiales y completar una misión de comando real", ha asegurado junto a un carrusel de imágenes. Incluso, lo ha calificado como "la mejor preparación física y mental para la próxima temporada".
Nada de playas paradisíacas ni destinos exóticos. Así fueron las vacaciones de Joško Gvardiol:
Estuvo entrenando en Commando Squad 9, un simulador de las FUERZAS ESPECIALES de Croacia que transforma videojuegos de guerra en situaciones de peligro reales.
Durante la experiencia… pic.twitter.com/NrzMgziY56
— Ataque Futbolero (@AtaqueFutbolero) July 29, 2025
Entrenamiento táctico y homenaje a Modric
Según explican los responsables de la iniciativa, los participantes deben superar misiones tácticas inspiradas en operaciones reales, realizan entrenamientos de supervivencia de resistencia y entrenan con armas como rifles de asalto y sistemas de francotirador para misiones de largo alcance, bajo supervisión. "No se necesita experiencia, solo hay que tener valentía", aseguran en la página web.
Durante su experiencia en Zadar, Gvardiol ha visitado la casa donde pasó su infancia el capitán de la selección croata, Luka Modric. La vivienda, afectada por los bombardeos y los combates durante la guerra de los Balcanes, permanece en ruinas. En un gesto simbólico, el defensa dejó colgada una camiseta con el dorsal ‘10’ en la puerta del edificio, como homenaje a uno de los referentes del fútbol croata.


