El Real Madrid vuelve esta noche a escena dos semanas después de su último partido, frente a la Real Sociedad en el Santiago Bernabéu (3-0). Los blancos, que no pudieron jugar la semana pasada en Vigo frente al Celta debido al temporal que azota Galicia, tienen una complicada salida para medirse a Osasuna en Pamplona.
Aunque el conjunto rojillo, ahora entrenado por Petar Vasiljevic, marcha colista con sólo diez puntos en 21 jornadas —ha sumado sólo tres puntos de quince posibles en las últimas cinco fechas y está a ocho puntos de la salvación que marca el Leganés—, lo cierto es que históricamente ha conseguido hacer de El Sadar un fortín frente al Real Madrid.
Y es que los blancos han pinchado en cinco de seis últimas visitas a la capital navarra. La única vez que el Madrid ha podido ganar en El Sadar en estos enfrentamientos más recientes fue en la temporada 2011/12, cuando barrió con una goleada (1-5) en la que Cristiano Ronaldo y Gonzalo Higuaín marcaron por partida doble.
Después de haber encadenado cuatro victorias consecutivas desde 2005, el Madrid comenzó a atascarse en Pamplona en la campaña 2008/09, con Juande Ramos en el banquillo merengue. El conjunto madridista compareció en El Sadar con Osasuna en el penúltimo puesto y, pese a adelantarse en el marcador por medio de Higuaín, vio cómo Plasil y Juanfran le dieron la vuelta al partido (2-1). Una derrota que acabaría dejándole en bandeja al Barcelona el título de Liga.
La siguiente temporada, al inicio del campeonato, el Madrid de Manuel Pellegrini empató sin goles con un gran planteamiento de José Camacho. Y José Mourinho, al curso siguiente, cayó en su visita a El Sadar (1-0) con un gol de Camuñas.
Tras la victoria por 1-5 en la temporada 2011/12, volvieron los tropiezos para el Madrid en Pamplona. En la campaña 2012/13 empató ante un rival que entonces marchaba colista (0-0). Y después, en la 2013/14, en la última visita del Real Madrid a El Sadar hasta ahora, el cuadro entonces dirigido por Carlo Ancelotti volvió a dejarse dos puntos (2-2). En aquel choque, disputado el 14 de diciembre de 2013, el Madrid acabó celebrando un punto: Oriol Riera hizo un doblete, Sergio Ramos fue expulsado al final de la primera parte y Pepe e Isco terminaron por salvar los muebles con sus goles.