L D (Agencias) "Durante dos años en el Chelsea vivimos como un grupo de amigos, cenábamos juntos, nos emborrachábamos juntos, íbamos a entrenar juntos, ganábamos los partidos juntos... de 2004 a 2006 la solidaridad fue impresionante", desvela en un capítulo de su biografía Tout Simplement (Simplemente Todo), recogido de los medios ingleses.
Sin embargo, considera que Mourinho "rompió todo eso" al comienzo de la temporada 2006-07 cuando dio un paso atrás con respecto a sus jugadores: "Ese día el espíritu de hermandad que nos unía se dañó".
Además, recuerda los problemas del portugués con el dueño del club, el ruso Roman Abramovich. "El presidente pidió a los jugadores que se expresaran con mayor libertad sobre el campo, pero Mourinho obstinadamente se negó a cambiar sus métodos", critica. "La relación en la cúpula del club se rompió y los jugadores comenzaron a sentirlo. En la tercera temporada a sus órdenes, me asombró ver como se olvidó del valor de sus jugadores y reclamaba el crédito por todo", lamenta.
Así, se queja de que para el portugués, "las personas no hacían que el equipo funcionara bien, sino sus métodos". "Daba la impresión de que se sentía amenazado por cualquier jugador que estuviera más bajó los focos que él", recalca, dejando entrever el malestar del técnico por ser menos reconocido que alguno de sus futbolistas. De todas formas, asegura que le respeta y recalca que "es un ganador" que "conoce el fútbol, como usar a los jugadores y motivarlos, pero también rebajarlos". "Es muy calculador, despiadado (el término que él utiliza vicioux también pude significar vicioso) y ambicioso", sentencia.