Hace poco más de un año, durante el torneo de Wimbledon 2011, Judy Murray se frotaba las manos ante el duelo de cuartos de final entre su hijo Andy y el español Feliciano López, por quien siente verdadera pasión. Ganó el escocés por 6-3, 6-4 y 6-4 para sellar su pase a semifinales.
Pero el morbo del choque no estuvo en las pistas del All England Club, sino en las redes sociales. Durante los días previos, la madre y durante muchos años entrenadora del actual número cuatro del mundo estuvo calentando el partido en Twitter. Y de paso, otras cosas. "Oooooooh, Deliciano... ¡Se ve genial, como siempre! Creo que voy a necesitar un valium", publicaba Judy en su cuenta personal haciendo un juego de palabras entre el nombre de Feliciano y la palabra "delicioso" (delicious). "Es como un dios romano", llegó a decir de él en otra ocasión.
Estos comentarios le sentaron como un tiro a Andy, que no dudó en dar una reprimenda a su progenitora. "No me gusta que haga este tipo de cosas... A ella siempre le ha parecido un hombre muy atractivo, pero esto es demasido", dijo. "Me dan ganas de vomitar". La cosa no pasó al final a mayores y todo quedó en una simple anécdota pero que provocó un gran revuelo en el mundo del tenis.
Ahora, catorce meses después, Murray y Feliciano –o Deliciano, como se prefiera– volverán a cruzar sus raquetas sobre la pista. Esta vez en las de Flushing Meadows (Nueva York), con motivo de la tercera ronda del Abierto de Estados Unidos.
Un duro partido ante Andújar
A esa instancia ha accedido el jugador toledano tras derrotar al conquense Pablo Andújar, por 6-1, 6-4, 6-7 (5-7), 3-6 y 7-5, en un gran duelo que duró cerca de cuatro horas. Especialmente intenso fue el quinto set, con una duración de 76 minutos. El partido pudo haberse decidido en la tercera manga con el desempate, pero Feliciano acabó cediendo.