La irrupción de Bob Mathias fue una de las más espectaculares vividas jamás en la historia del deporte olímpico. En una de las disciplinas más complicadas, el decatlón, el atleta estadounidense sorprendió a todos mostrándose como el más fuerte del planeta cuando contaba con sólo 17 años. Cuando hacía apenas unas semanas que había comenzado a entrenar para ello. Una increíble historia de talento inmenso y precoz, que no se detendría ahí.
Nacido en Tulare, California, el 17 de noviembre de 1930, Robert Bruce Mathias no tuvo una infancia sencilla. Al menos, no en lo que respecta a la salud. Además de otras enfermedades habituales en aquellos años en los niños, como la fiebre escarlata o la varicela, el pequeño Bob Mathias sufrió anemia. Aquello le hacía estar continuamente débil, y siempre con bajo peso.
Por suerte, su padre era doctor, lo que le permitió un cuidado más atento, basado en una estricta dieta, pastillas, y continuas siestas, con el objetivo de que el niño conservase las fuerzas.
Y al llegar la pubertad, Mathias no sólo consiguió sobreponerse, sino que lo hizo con una enorme vitalidad. Comenzó a practicar atletismo, y aquel sobre esfuerzo que tuvo que hacer durante toda su vida, le permitía ahora afrontar las pruebas con suficiencia. Y se le daba bien casi cualquiera: velocidad, salto, lanzamiento… Además, en el Instituto de Tulare, Mathias practicó también otros deportes, como baloncesto y fútbol americano.
Ante tanta versatilidad deportiva, no es de extrañar que su entrenador le propusiera probar con el Decatlón. Aunque apenas faltaban tres semanas para el Campeonato Nacional, y a pesar de que había pruebas que jamás había entrenado, Mathias aceptó el desafío. Y en Bloomfield, Nueva Jersey, se proclamó como el mejor triatleta del país.
Aquello le valió un billete para los Juegos Olímpicos de Londres de 1948. Unos Juegos que volvieron a poner el olimpismo en el mundo, tras la Segunda Guerra Mundial. Y lo hizo gracias a la exhibición de grandes deportistas. Bob Mathias fue, sin duda, uno de ellos.
La medalla más joven
Mathias llegaba a Londres sin ninguna presión. No hay que olvidar que tan solo tenía 17 años –era el atleta más joven de toda la expedición estadounidense-, y hacía apenas unos meses que había comenzado a entrenar en el decatlón.
Pero, para sorpresa de todos, incluido probablemente él mismo, se hizo con el oro. Con dos primeros puestos –en salto de altura y en lanzamiento de disco-, terminaría la prueba con 7.139 puntos. Bob Mathias se convertía en el ganador más joven de cualquier prueba de atletismo en unos Juegos Olímpicos de todos los tiempos.
No sólo eso. En 1950 conseguiría el récord del mundo de decatlón, al alcanzar los 8.042 puntos en el campeonato nacional. Fue el primer decatleta en superar los 8000 puntos.
Y todo ello, mientras continuaba jugando al Fútbol Americano. De hecho, en 1952 disputaría con la Universidad de Stanford la Rose Bowl. Una cita histórica, por cierto, ya que se trató del primer partido de fútbol universitario televisado a nivel nacional.
Una reedición histórica
Pero las miras de Bob Mathias estaban puestas en los Juegos Olímpicos de Helsinki de 1952. Una cita a la que, como reconocería él mismo, y a diferencia de lo sucedido en Londres cuatro años antes, llegaba con una gran presión.
Una gran presión que supo transformar en un excelente rendimiento. En 8 de las 10 pruebas terminó en el podio, ganando cuatro de ellas. Estableció un nuevo récord olímpico, con 7.887 puntos. Y aventajó en una distancia sideral al segundo clasificado (el también estadounidense Milt Campbell, y a la postre ganador en los siguientes Juegos de 1956), que quedó a 912 puntos de Mathias. El mayor margen logrado jamás en unos Juegos.
Ahora, Bob Mathias volvía a hacer historia: se convertía en el primer decatleta que conseguía dos medallas de oro en dos Juegos Olímpicos. Algo que hasta la fecha sólo han conseguido el británico Daley Thompson (en 1980 y 1984) y el estadounidense Ashton Eaton (en 2012 y 2016).
Una carrera polifacética
Tras aquella icónica gesta, Bob Mathias decidió retirarse. Tenía apenas 22 años, pero pensó que después de dos oros olímpicos, cuatro campeonatos nacionales, tres records del mundo, y once decatlones consecutivos en los que salió victorioso, había llegado la hora de dejar el atletismo.
Mucho se ha especulado con lo que podría haber logrado de haber continuado unos años más. Si hubiera sido el único decatleta en ganar tres oros olímpicos. En cuántos récords del mundo hubiera pulverizado. Pero eso nunca se sabrá. Lo que sí se sabe es lo que hizo después de su retirada. Y tampoco puede decirse que le fuera mal.
Tras un intento fallido de ser profesional en el fútbol americano, a pesar de ser elegido en el Draft por los Washington Redskins, encontró su lugar en el mundo del cine. Primero, con la película "The Bob Mathias Story", en la que actuó junto a su mujer, la reconocida actriz Melba. Y a partir de ahí aparecería en numerosas películas, trabajando junto a John Wayne o Jayne Mansfield; series, y programas televisivos. Quizá su papel más destacado sería en la serie televisiva de aventuras de la NBC The Troubleshooters.
Todo ello no hizo sino acrecentar la fama de Bob Mathias en todo el mundo. A su reputada figura como atleta se unía ahora la de galán de cine. Sus viajes, especialmente por Europa, fueron una constante.
Y de ahí, a la Cámara de Representantes de los Estados Unidos. Había que seguir explotando su inmensa popularidad. Durante ochos serviría como político miembro del Partido Republicano de California.
Posteriormente, una etapa como Director del recientemente creado departamento de Centros de entrenamiento olímpico de Estados Unidos, hasta 1983.
En 2014 fue incluído en el Hall of Fame del Atletismo Mundial. Quizá un reconocimiento tardío, pues Bob Mathias había fallecido el 2 de septiembre de 2006 después de años batallando contra un cáncer de garganta.
Pero sin duda un reconocimiento más que merecido, para el que fuera el primer gran decatleta moderno, el primer ganador de dos oros olímpicos consecutivos, y el más joven campeón de decatlón de la historia.