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Juegos Olímpicos París 2024

La historia de Noah Lyles, el rey de la velocidad en los Juegos Olímpicos de París

Noah Lyles baja del trono a Usain Bolt en los Juegos Olímpicos. ¿Cómo es el nuevo rey de la velocidad? ¿Cómo ha logrado llegar hasta ahí?

Noah Lyles baja del trono a Usain Bolt en los Juegos Olímpicos. ¿Cómo es el nuevo rey de la velocidad? ¿Cómo ha logrado llegar hasta ahí?
Noah Lyles (Credit Image: © Ulrik Pedersen/CSM via ZUMA Press Wire) | Cordon Press

Usain Bolt era el rey de la velocidad pero, en París Noah Lyles le ha devuelto el trono a Estados Unidos en unos Juegos Olímpicos. La marca en la final de los 100 metros lisos ha sido de 9,79, tan solo cinco milésimas más rápido que el jamaicano Kishane Thompson. Tan ajustados iban que ha sido la foto finish la que ha determinado el ganador. Gracias a ello, Estados Unidos vuelve a tener campeón olímpico dos décadas después del triunfo de Justin Gatlin en Atenas 2004.

Noah Lyles tiene confianza ciega en si mismo y lo demuestra dentro y fuera de la villa olímpica y eso le ha llevado a ser el hombre más rápido de la tierra. Ante las cámaras, Lyles salió corriendo hasta la mitad de la pista en su presentación y se gustó cuando aparecía en las pantallas del estadio a escasos segundos del inicio de la carrera. Sin embargo, es un deportista que ha tenido que superar una gran cantidad de barreras y problemas para llegar hasta ese momento. Tras convertirse en el más rápido de la historia, Noah Lyles quiso confesar algunos de sus problemas y, a través de sus redes sociales, dejó este mensaje: Tengo asma, alergias, dislexia, TDA, ansiedad y depresión. Pero te diré que lo que tienes no define lo que puedes llegar a ser. ¡¿Por qué no tú!?.

Quién es Noah Lyles

Nacido el 18 de julio de 1997 en Gainesville, Florida, Lyles mostró un temprano interés y talento en el deporte, influenciado por sus padres, quienes también eran atletas. Su madre, Keisha Caine, fue una velocista destacada en la Universidad Seton Hall, y su padre, Kevin Lyles, corrió los 400 metros en la misma universidad. Desde joven participó en competiciones juveniles donde ganaba medallas y batía récords, tanto es así que su talento lo llevó a ser uno de los velocistas más prometedores de su generación. Hace tan solo 10 años, en 2014, Lyles ganó la medalla de oro en los 200 metros en los Juegos Olímpicos de la Juventud en Nankín, China, marcando el inicio de su ascenso en el atletismo mundial.

Tan solo dos años después, en 2016 decidió que no iría a la universidad y se convertiría en atleta profesional, Adidas fue su primer patrocinados. Pero, esta decisión que puede parecer peligrosa se vio justificada cuando al año siguiente ganó la medalla de oro en los 200 metros en el Campeonato Nacional de Atletismo de Estados Unidos. No obstante, hay que llegar a 2019 para observar la verdadera consagración de Lyles, cuando ganó la medalla de oro en los 200 metros en el Campeonato Mundial de Atletismo en Doha, Catar. Ya en ese momento, con un tiempo de 19.83 segundos, demostró ser uno de los velocistas más rápidos del mundo.

Posteriormente en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 no ganó medalla de oro en los 200 metros pero aseguró la de bronce demostrando su resiliencia y capacidad para competir al más alto nivel. Hay que destacar que, al haber ganado casi siempre en los 200 metros, el norteamericano estaba considerado un mero especialista en los 200 metros lisos. Un atleta tremendamente rápido, pero cuya principal característica no es tanto la aceleración sino su capacidad para mantener su velocidad punta durante más tiempo. Sin embargo, en la final olímpica más igualada de la historia, con todos los participantes por debajo de los 10 segundos, Lyles cambió su destino de manera definitiva.

Generalmente, Noah Lyles no solo es reconocido por su velocidad en la pista, sino también por su impacto fuera de ella. El motivo es que es un defensor de la salud mental y utiliza su plataforma para inspirar y apoyar a otros atletas. Su historia es un testimonio de dedicación, talento y la capacidad de superar adversidades, consolidándose como el rey de la velocidad en la actualidad.

Contra sus propios fantasmas

En 2019, tras proclamarse por primera vez en su carrera campeón del mundo de 200 metros, declaró haber empezado a tomar medicamentos antidepresivos para dejar de pensar con matices oscuros. También reconoció haber empezado terapia psicológica. Además es activista por la igualdad racial en Estados Unidos, por ello lo que ocurrió en la primavera de 2020, desde la pandemia a la muerte de George Floyd, provocaron su caída. El propio Lyles lo comentaba recientemente: "Mi salud empeoró en abril. Nunca había vivido algo tan duro. Fue la tormenta perfecta: el coronavirus, el aplazamiento de los Juegos y el movimiento Black Lives Matter, que fue el único clavo en mi ataúd".

Pero, mucho antes Noah Lyles ya sufría desde pequeño, por ejemplo, era acosado por sus compañeros. Además, una grave amigdalitis a los seis años le llevó a estar mucho tiempo en el hospital y, a la vuelta al colegio, algo no funcionaba. Era incapaz de seguir el ritmo de la clase y sufrió 'bullyng' de sus compañeros y, a raíz de eso, Lyles confesó que la pista era el único sitio donde se encontraba bien.

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