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¿Cómo afecta fumar al rendimiento deportivo?

Fumar y hacer deporte son cosas contradictorias, pero muchos deportistas amateur fuman. ¿Puede afectar al rendimiento deportivo? ¿De qué manera?

Fumar y hacer deporte son cosas contradictorias, pero muchos deportistas amateur fuman. ¿Puede afectar al rendimiento deportivo? ¿De qué manera?
Hombre fumando un cigarrillo. | Pixabay/CC/cherylholt

Dentro de las cosas antagonistas de la vida unas de las que pueden chocar con más facilidad son fumar y hacer deporte. No hay que olvidar que está más que demostrado científicamente que el tabaco es perjudicial para la salud y, por otro lado, existen evidencias de los beneficios del deporte. Por ello, fumar que es malo y hacer deporte que es bueno... antagonistas.

Pero la realidad es que, en pleno siglo XXI, muchas personas continúan fumando y practican deporte, con la creencia de que los efectos nocivos del fumar quedarían contrarrestados con la práctica deportiva. Sin embargo, esto no es así ya que se ha observado en fumadores que practican ejercicio un daño similar al que se observa en fumadores que no practican deporte. De hecho, la única diferencia radica en que los que practican ejercicio de forma habitual tienen una mejor forma física que los fumadores sedentarios.

Si uno mira los deportes de élite, esos que salen en la televisión, se dará cuenta de que la imagen de salud y bienestar se eleva a un ideal. Tanto que los atletas son modelos a seguir, personificando la disciplina, la fuerza y la vitalidad. Sin embargo, en este escenario de salud y excelencia física, hay una paradoja que ha sido objeto de debate durante décadas: el consumo de tabaco. Desde hace años existe la duda de cómo afecta fumar al rendimiento deportivo. Como era de esperar fumar tiene un impacto negativo en el rendimiento deportivo debido a los efectos nocivos que el tabaco provoca en el sistema cardiovascular, respiratorio y muscular.

Los compuestos tóxicos del humo del cigarrillo, como la nicotina, el monóxido de carbono y diversas sustancias químicas, dañan el cuerpo de múltiples formas, afectando tanto a los deportistas profesionales como a los aficionados. Es evidente que, tanto en personas que hacen deporte como en aquellas que no, los efectos de fumar sobre la salud se aprecian a corto, medio y largo plazo.

Compuestos del tabaco perjudiciales para la salud

  • Monóxido de Carbono (CO): El motivo es que el monóxido de carbono se une a la hemoglobina de la sangre formando carboxihemoglobina (COHb), lo que disminuye la capacidad de la sangre de transportar oxígeno a los músculos y demás tejidos del organismo. Este hecho hace que el músculo se fatigue antes y también se recupere más tarde.
  • Nicotina: La nicotina provoca la liberación de sustancias estimulantes con unos efectos cardiovasculares y neurovegetativos que a la hora de hacer ejercicio se plasman aumentando la frecuencia cardiaca y la presión arterial. El resultado es que, para las mismas cargas de trabajo que cuando no se ha fumado previamente, el corazón trabaja más durante el ejercicio.

Problemas que afectan al rendimiento

Fumar provoca problemas respiratorios y cardiovasculares que inciden en el rendimiento deportivo y pueden agravarse con el paso de los tiempos si no se abandona el tabaco. Pero también produce otros tipos de alteraciones.

  • Capacidad aeróbica disminuida: Una persona que fuma tiene afectados sus sistemas cardiovasculares y respiratorios, lo que significa que su capacidad aeróbica esta disminuida; es decir, la capacidad de utilizar bien el oxígeno de la sangre no es la adecuada, por lo que en deportes intensos o prolongados en el tiempo aquellas personas fumadoras parten en una clara condición de desventaja. De hecho, en la mayoría de las ocasiones el fumador acaba abandonando el ejercicio físico ante la falta de aire.
  • Síntomas respiratorios: Puede generar dificultad para respirar, sibilancias o tos, empeorando la respiración durante la práctica de ejercicio. Hay que destacar que los pulmones de los fumadores suelen tener menos elasticidad, lo que dificulta la inhalación profunda y la exhalación completa. Esto resulta en una menor capacidad para captar oxígeno y expulsar dióxido de carbono, afectando directamente la resistencia y el rendimiento en actividades físicas de alta intensidad. Además, el tabaquismo incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias como bronquitis crónica, asma y enfisema pulmonar, que limitan aún más la capacidad atlética.
  • Síntomas cardiovasculares: El tabaco reduce el rendimiento porque aumenta el ritmo cardiaco y empeora la circulación sanguínea, lo que tiene indudables consecuencias negativas en los resultados de la práctica deportiva. La nicotina provoca un aumento en la frecuencia cardíaca y la presión arterial, lo que genera una mayor carga de trabajo para el corazón. Además, el monóxido de carbono se une a la hemoglobina en la sangre, reduciendo la capacidad de transporte de oxígeno a los músculos y tejidos. Con menos oxígeno disponible, los atletas se fatigan más rápido y no pueden mantener un rendimiento óptimo durante entrenamientos o competiciones.
  • Daños a nivel coronario y pulmonar: Si se fuma al realizar un esfuerzo físico, el cuerpo requiere de una tarea extra y es aquí donde pueden surgir afecciones más comprometedoras para la salud como broncoespasmo, arritmias, taquicardias o falta de oxigenación de los tejidos, que aumentan el riesgo de sufrir daños a nivel coronario y pulmonar.
  • Efectos en los músculos: En este sentido, se sabe que los fumadores tienen una recuperación post-esfuerzo más lenta, así como una pérdida de masa muscular acelerada y una síntesis más lenta de proteínas.
  • Rendimiento deportivo: La menor cantidad de oxígeno disponible en los músculos reduce la eficiencia del metabolismo energético, provocando fatiga prematura y menor fuerza explosiva. Además, el tabaquismo afecta la recuperación muscular tras el ejercicio, ya que ralentiza la circulación sanguínea y el proceso de reparación de tejidos.
  • Problemas de concentración: Uno de los aspectos a los que menos atención se presta, es la concentración en el día a día de un deportista. Algo que es imposible de lograr si se cae en hábitos que ayudan a disminuir el rendimiento deportivo como el tabaco. Hay que recordar que la mala oxigenación de las células dificulta el proceso mental y lo ralentiza, algo que se presenta igual de negativo que si fuese un problema físico.
  • Problemas de descanso: El descanso es otro de los aspectos vitales que tiene un gran impacto en el rendimiento deportivo, ya que, durante este tiempo los músculos se relajan, las células se regeneran y se recuperan de las actividades realizadas. Con el tabaco, el sueño y el descanso se ven afectados negativamente, debido a los químicos, los cuales dificultan la conciliación y la relajación
  • Aspectos mentales y emocionales del tabaquismo en el deporte: Además de los impactos físicos, el tabaquismo también puede influir en el estado mental y emocional de los atletas. Si bien algunas personas recurren al tabaco como una forma de manejar el estrés, la ansiedad y la presión competitiva, los efectos a largo plazo pueden ser contraproducentes. La nicotina, un componente adictivo del tabaco, puede alterar los niveles de neurotransmisores en el cerebro, lo que afecta el estado de ánimo, la concentración y la cognición. En el contexto del deporte, donde la claridad mental y la concentración son cruciales, el tabaquismo puede obstaculizar el rendimiento al disminuir la capacidad de atención y la toma de decisiones rápida y precisa. Además, la adicción al tabaco puede crear una dependencia que distrae a los atletas de sus objetivos deportivos y compromete su compromiso con un estilo de vida saludable.

Actividad física para dejar de fumar

El tabaco es uno de los peores enemigos de la práctica deportiva, pero esta constituye uno de los mejores aliados para dejar de fumar. El motivo es que la actividad física ayuda a eliminar la ansiedad que generan las ganas no satisfechas de encender un cigarrillo. Concretamente, las endorfinas que produce el cerebro cuando se practica ejercicio generan una estimulación similar a la nicotina. Además, el deporte ayuda a aumentar la presencia de oxígeno frente a la del dióxido de carbono gracias a que favorece la vasodilatación y, además, ayuda a incrementar la tasa metabólica.

Consejos para dejar de fumar

  • Reducir el consumo de cigarrillos los días anteriores.
  • Establecer una lista de motivos por los que se quiere dejar este hábito y de los beneficios que se buscan.
  • Pensar en qué momentos y lugares apetece más fumar y centrarse en ellos para controlar el deseo de fumar.
  • Comentar el plan de dejar el tabaco con familiares y amigos, así se evitarán los ofrecimientos de tabaco.
  • Deshacerse de todos los paquetes de tabaco.
  • Realizar actividades que mantengan ocupado y distraigan de la necesidad de encender un cigarrillo.
  • Aumentar la práctica de ejercicio físico.

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