
Salir a disfrutar de la pesca marítima dejará de ser una actividad tranquila y pasará a ser un trámite administrativo más a partir del 10 de enero de 2026. Los pescadores recreativos —los que solo lanzan la caña un domingo para desconectar— deberán registrar electrónicamente cada captura, cada pez devuelto al mar y cada día en blanco en una aplicación estatal: PescaREC.
La medida, impulsada por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, se ampara en el Reglamento (UE) 2023/2842 con el que Bruselas pretende controlar la pesca recreativa: "Es preciso recopilar datos de capturas fiables relativos a determinadas actividades de pesca recreativa a fin de proporcionar a los Estados miembros y a la Comisión la información necesaria para una gestión y un control eficaces de los recursos biológicos marinos".
La aplicación —obligatoria y vinculada a la licencia de pesca marítima de recreo— permitirá declarar capturas, pedir permisos, hacer preavisos de pesca y, cómo no, confirmar al Estado que uno no ha cogido ni una sardina. Todo en nombre de la sostenibilidad, claro.
"La obligación afectará especialmente a las especies sometidas a medidas de protección diferenciada y a aquellas incluidas en planes plurianuales o sujetas a la obligación de desembarque, para las cuales la pesca recreativa tiene un impacto significativo en la mortalidad por pesca", señala el Ministerio en su comunicado.
La aplicación PescaREC estará disponible en Google Play y App Store y será la única vía para solicitar autorizaciones específicas para capturar especies protegidas, como el atún rojo, y para efectuar preavisos de pesca. El Ministerio de Agricultura destaca también que "la herramienta también ofrecerá información útil al usuario, como tallas mínimas, listados de especies prohibidas o avisos de cierre de pesquerías".
La Secretaría General de Pesca también ha adelantado que "en las próximas semanas" se publicará una nueva normativa nacional que detallará los procedimientos y obligaciones derivados de esta medida. De ese modo, los pescadores, además de la caña y la nevera, tendrán que incorporar a su equipo un smartphone con conexión a Internet porque, a fin de cuentas, no se trata solo de pescar, sino de pescar correctamente monitorizado.

