L D (EFE) Schumacher, que el año pasado ganó su sexto título de campeón mundial de Fórmula Uno, ha logrado el Laureus por segunda vez (también lo fue en 2002), mientras que Sorenstam, la número uno del golf femenino mundial, lo ha conseguido por primera vez.
Schumi hizo historia en el deporte en 2003 cuando se hizo con su sexto título Mundial de Fórmula Uno, con lo que superó el récord del legendario piloto argentino Juan Manuel Fangio, que había ganado cinco y hasta no hace mucho parecía inalcanzable. El título del alemán, ganado en la última carrera, en Suzuka (Japón), fue el cuarto consecutivo con Ferrari, a los que hay que añadir los conquistados en 1994 y 1995, con Benetton. Schumacher fue elegido Premio Laureus al Mejor Deportista Masculino del Año cuando ganó su segundo campeonato con Ferrari en 2001. Además, ha sido candidato en cuatro de las cinco ediciones.
La más exitosa de las golfistas del mundo, Annika Sorenstam, se impuso el año pasado en el Abierto Británico para completar el Grand Slam de golf femenino, formado por los cuatro torneos más importantes. Asimismo, la sueca se adjudicó un segundo gran título, el Campeonato de la LPGA, además de otros cuatro torneos. Sorenstam fue, además, miembro del equipo europeo que ganó la Copa Solheim contra Estados Unidos y disputó un torneo que durante 58 años estuvo reservado a los hombres, el Colonnial.
El mejor equipo de 2003 ha sido la selección inglesa de rugby, mientras que el premio a la mejor reaparición del año ha sido para el esquiador austriaco Hermann Maier y la mejor revelación ha sido la golfista estadounidense Michelle Wie. Inglaterra se convirtió en el primer país del hemisferio norte en proclamarse campeón del mundo tras el drop convertido por Jonny Wilkison cuando tan sólo faltaban 26 segundos para que terminara la final contra los anfitriones. La mejor revelación de 2003, galardón al que optaba el piloto español de Fórmula Uno Fernando Alonso, es Michelle Wie, de 14 años y que el año pasado fue la primera mujer en acabar una ronda bajo par en un torneo masculino de EEUU. Sin embargo, luego no pudo pasar el corte.
Hermann Maier protagonizaba el regreso más espectacular de 2003. Regresó a final de año tras sobrevivir a un terrible accidente de moto sufrido en agosto de 2001. Los doctores se plantearon la amputación de una pierna, aunque finalmente se la reconstruyeron quirúrgicamente. El austriaco se perdió toda la temporada 2001-02, incluidos los Juegos Olímpicos de Invierno de Salt Lake City, pero, en enero de 2003, regresó a la competición. El año terminó con Maier liderando la Copa del Mundo, y peleando por su cuarto título. El mejor deportista con una discapacidad ha sido el atleta canadiense Earle Connor, amputado de la pierna izquierda y plusmarquista mundial de 100, 200 y 400 metros de su categoría, mientras que el mejor deportista alternativo del año pasado ha sido elegido el surfista australiano Layne Beachley, conocido como La Bestia.
Los Premios Laureus, considerados los Oscar del deporte, se han entregado este lunes durante una gala en el Centro Cultural de Belem, cerca de Lisboa. Los candidatos a los Premios Laureus los elige un jurado formado por más de 400 periodistas deportivos de 73 países. Cada ganador, seleccionado por la Academia Mundial del Deporte -formada por leyendas del deporte universal-, recibe una estatuilla fabricada en oro y plata por la firma Cartier de 30 centímetros de altura y 2,5 kilos de peso.