Marc Márquez, ocho veces campeón del mundo, ha superado con éxito la operación en el primer metacarpiano del pulgar de la mano derecha. Según ha informado este lunes el equipo Repsol Honda, el piloto se sometió este domingo, tras regresar del Gran Premio de Portugal, a nuevas pruebas para conocer el alcance de la rotura ocasionada por el polémico accidente que el ilerdense provocó en la tercera vuelta del gran premio y que provocó también la aparatosa caída del piloto portugués Miguel Oliveira.
Después de que los médicos comprobaran que se trataba de una fractura intraarticular fue sometido, según las mismas fuentes, inmediatamente a una intervención quirúrgica en el Hospital Ruber Internacional de Madrid con el Dr. Ignacio Roger de Oña al frente de un equipo formado por Dr. Samuel Antuña y la Dra. Andrea García Villanueva. Según el parte médico la cirugía practicada a Marc Márquez ha consistido en una reducción cerrada de la fractura y fijación interna de la misma con dos tornillos lo que no le permitirá correr en el próximo gran premio que se celebrará el próximo fin de semana en Argentina.
De esta manera Márquez ha pagado con creces su error ya que marcará un cero en Termas de Río Hondo al no estar presente. Evita así, en principio salvo corrección de los comisarios, la sanción impuesta por la Federación a partir de la cual debía realizar dos longlap durante la carrera larga del domingo y llegará limpio a su gran premio fetiche en el circuito de Austin.
De nuevo Márquez se debe enfrentar a sus fantasmas. La práctica totalidad del paddock se ha mostrado muy crítico ante la maniobra del piloto español que ha asegurado que fue un bloqueo en el tren delantero de la moto lo que provocó que no pudiera pararla y chocara con Jorge Martín primero y Oliveira después.
Sea un error mecánico o un error humano está claro que la debilidad de Honda frente a Ducati pone a Márquez constantemente en el filo de lo imposible y a veces sale bien, como ocurrió con la pole y otras tiene consecuencias impredecibles. Márquez necesita volver a ser el número uno pero debe ser consciente y aceptar la moto con la que corre, lo mismo que le ocurre a Fabio Quartararo con Yamaha u otros pilotos. Está claro que quien no arriesga no gana, pero nunca a costa de la seguridad del resto de pilotos.
