El alero estrella Lebron James aportó un doble-doble de 27 puntos y 12 asistencias que lo dejaron al frente del equilibrado ataque de los Cavaliers de Cleveland, que vencieron por paliza de 116-86 a los Celtics de Boston en el tercer partido de las finales de la Conferencia Este de la NBA.
La victoria es la primera de los Cavaliers en la serie que disputan al mejor de siete y en la que los Celtics tienen ventaja parcial de 2-1.
El cuarto partido se jugará el próximo lunes en el mismo escenario del Quicken Loans Arena de Cleveland, que esta noche registró un lleno con una asistencia de 20.562 espectadores.
Junto a James, el ala-pívot Kevin Love se convirtió en el mejor jugador de los Cavaliers dentro de la pintura al aportar otro doble-doble de 13 puntos, 14 rebotes y cuatro asistencias.
Mientras que otros cuatro jugadores, incluidos los tres restantes titulares y el escolta reserva Kyle Kover, que fue el segundo máximo encestador con 14 tantos, lograron números de dos dígitos.
A diferencia de lo que había sucedido en los primeros dos partidos, disputados en el TD Garden de Boston, los Cavaliers aprovecharon los tres días de descanso que tuvieron para recuperarse físicamente y como grupo.
El resultado fue un dominio completo en todas las facetas del juego desde el comienzo del partido que se tradujo en una ventaja de 19 puntos en el primer cuarto, que ampliaron hasta los 30 en la segunda parte.
Los Cavaliers fueron de menos a más y arrollaron por completo a los Celtics, que esta vez no tuvieron ningún tipo de respuesta al poder que imprimían en el campo con sus acciones los jugadores de los Cavaliers, que defienden el título de campeones de la Conferencia Este.
Korver se encargó de ser el verdugo de los Cavaliers con sus triples al anotar cuatro de los 17 que logró el equipo, que acabó el partido con un 50 por ciento de acierto después de haber hecho 34 tiros desde fuera del perímetro.
"El equipo mostró intensidad, jugamos muy bien como grupo y recuperamos la energía que nos faltó en los dos primeros partidos", declaró Tyronn Lue, entrenador de los Cavaliers. "Hicimos nuestro trabajo y debemos seguir por el mismo camino".
El alero novato Jayson Tatum, con 18 puntos, volvió a ser el jugador de los Celtics que mantuvo su consistencia ofensiva, pero no tuvo presencia dentro de la zona.
Otros tres jugadores de los Celtics tuvieron números de dos dígitos, incluido el base Terry Rozier que llegó a los 13 tantos, capturó tres rebotes y repartió dos asistencias.
Mientras que el escolta Jaylen Brown y el pívot Greg Monroe, que salió de reserva, anotaron 10 tantos cada uno y completaron la lista de los cuatro jugadores que tuvieron número de dos dígitos.
El pívot dominicano Al Horford, que en los dos partidos anteriores disputados en el TD Garden de Boston había sido decisivo al igual que el ala-pívot Marcus Morris, acabaron con 7 y 9 tantos, respectivamente.
Horford jugó 30 minutos en los que anotó 2 de 4 tiros de campo, incluido un triple de dos intentos, y estuvo perfecto 2-2 desde la línea de personal.
Dentro de la zona, Horford logró siete rebotes --todos defensivos--, repartió cuatro asistencias, perdió un balón y cometió dos faltas personales.
Como equipo, los Celtics tampoco estuvieron inspirados en ninguna de las facetas del juego al concluir el partido con un 39 (29-74) por ciento de acierto en los tiros de campo y el 27 (6-22) de triples, además de capturar 34 rebotes por 45 de los Cavaliers.
"No hay nada que valorar, simplemente, ellos jugaron un gran partido, nos superaron en todas las facetas del juego al no tener ni intensidad ni acierto en nuestras acciones", declaró el entrenador de los Celtics, Brad Stevens. "Sabíamos que los Cavaliers iban a reaccionar en su campo y ahora el reto nuestro es hacer mejor las cosas en el cuarto partido".